Confirman que misil derribó en Ucrania el avión de Malaysia Airlines

El vuelo MH17 de Malaysia Airlines estrellado en el sureste de Ucrania el 17 de julio fue derribado tras ser "perforado por un gran número de proyectiles de gran energía".

Esa afirmación, que explica el informe oficial holandés publicado este martes, concuerda con la tesis sostenida hasta ahora de que fue derribado por un misil tipo BUK, porque esos misiles explotan junto antes de colisionar contra su objetivo y lanzan una lluvia de pequeños proyectiles.

Centenares de esos proyectiles perforaron el avión, destruyéndolo en vuelo y haciéndolo caer a pedazos.

Las grabaciones de voz de la cabina, estudiadas para el informe realizado por la agencia holandesa de seguridad aérea (OVV en sus siglas en holandés), así como las cajas negras, fotos, videos y datos de las autoridades de navegación aérea, descartan cualquier otro incidente anterior, un problema mecánico o un fallo de los pilotos.

El informe, preliminar porque el definitivo se conocerá dentro de un año, no busca establecer quién y cómo disparó el misil, sino que plantea únicamente cómo fue derribado el avión. En el accidente murieron 298 personas, 193 de ellas de nacionalidad holandesa.

Pero el informe incluye un detalle que deja en muy mal lugar a las autoridades rusas y a los líderes separatistas prorusos.

Moscú lleva semanas explicando que el controlador aéreo ucraniano habría obligado a los pilotos del MH17 a volar por debajo de la altitud normal establecida para ese vuelo, una acusación velada de que reducían la altitud del avión para ponerlo a tiro de cazabombarderos ucranianos.

La investigación lo niega e incluso registra las grabaciones del control aéreo ucraniano -y del ruso que debía seguir al avión poco después- que le había pedido incluso que subiera su altitud para evitar el tráfico aéreo en la zona.

Ucrania y las potencias occidentales acusan a los separatistas prorusos del sureste de Ucrania de haber lanzado el misil que derribó el avión, en la creencia de que disparaban contra un avión militar ucraniano.

Los separatistas, que niegan tener esas armas, volvieron a negarlo este martes. Pero en julio, Alexander Khodakovski, uno de los jefes militares rebeldes, reconoció que sí disponían de esos misiles BUK, que pueden alcanzar objetivos hasta 15.000 metros de altitud.

La OVV asegura que el derribo del avión "explica el fin abrupto de las grabaciones de datos de las cajas negras, la pérdida de contacto con los controladores aéreos y la desaparición simultánea del aparato en los radares".

Una investigación del programa "Panorama" de la radiotelevisión británica BBC asegura tener pruebas de que el sistema de misiles BUK estaba siendo operado no por los separatistas prorusos, sino directamente por soldados rusos.

Según la investigación de "Panorama", hay testigos de la presencia de una lanzadera de misiles BUK en territorio ucraniano controlado por los rebeldes pocas horas antes del derribo del MH17 en la localidad de Snezhnoye, a menos de 20 kilómetros de donde cayó el avión.

Los testigos entrevistados por la BBC aseguran que los misiles los manejaban soldados rusos: "bien disciplinados, no como los rebeldes. Hablaban con puro acento ruso". Otro testigo dice que el oficial al mando de esa tropa hablaba ruso con acento de Moscú.

La Otán lleva semanas confirmando la presencia de varios miles de soldados y oficiales rusos en Ucrania sosteniendo militarmente a los rebeldes prorusos en su lucha contra el Ejército ucraniano. Comités de madres de soldados rusos denuncian que sus hijos han muerto en Ucrania y han sido enterrados en secreto en territorio ruso.

El vuelo MH17 sobrevolaba un espacio aéreo sin restricciones cuando sufrió el accidente, según este informe preliminar que aparece casi dos meses después de ese suceso. (Galería de fotos: El escenario del desastre del MH17, horas después del accidente)

El informe agrega que aunque no han podido recuperar esas piezas para realizar el examen forense, "las fotos del fuselaje indican que el material en torno a esos agujeros fue deformado por proyectiles", y subraya que ello "parece indicar que esos objetos procedían del exterior".

El avión comercial malasio que despegó de Ámsterdam el pasado 17 de julio y se dirigía a Kuala Lumpur, transportaba a 283 pasajeros y 15 tripulantes, éstos de nacionalidad malasia.

El informe de la Junta de Seguridad holandesa confirmó también que la mayoría de los fallecidos, 193, eran de nacionalidad neerlandesa, y que los demás procedían de Malasia (43), Australia (27), Indonesia (12), Reino Unido (10), Alemania (4), Bélgica (4), Filipinas (3), Canadá (1) y Nueva Zelanda (1).

Idafe Martín Pérez
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