Por cerca de una hora, entre las 5 y 6 de la tarde, un
sujeto a bordo de una camioneta de vidrios polarizados, paralizó el
tráfico del sur de la ciudad. A su alrededor decenas de curiosos y
oportunistas esperaban que el hombre de sombrero en la cabeza y poncho en su
cuello, lanzara billetes desde la ventana de su automotor.
No se sabe cuánto dinero regaló. Lo cierto es que fueron varias
las veces que este hombre, a bordo de una camioneta Toyota color gris y de
placas RCR 126 de Bogotá, abrió la puerta de su camioneta y lanzó puñados
de billetes, según contaron algunos testigos que alcanzaron a coger
en medio del tumulto, billetes de $10.000 y $20.000.
Fue tanto el caos que se armó en la cera del
frente del Terminal de Transporte de Neiva, sobre la carrera Séptima, que la
Policía debió llegar al lugar para tratar de intervenir. La alteración del
orden público que se generaba a cada lanzada de billetes, obligó a que se
armara un cerco humano de policías, y a que le solicitaran al misterioso hombre
que se alejara del lugar. Sin embargo este se negó en varias oportunidades por
lo que una grúa debió llegar al lugar y remolcar la camioneta con
sujeto a bordo.
El automotor debió ser trasladado hasta los Patios Las
Ceibas, ubicado sobre la carrera segunda con calle 22, hasta donde fue
custodiado por unidades de motorizados de la Policía, así como por un grupo de curiosos que
solicitaban fuera dejado en libertad.
Ya en los patios, el misterioso hombre se negó a
abrir la puerta por lo que fue necesario de la intervención de un grupo del
cuerpo de Bomberos que forzaron la cerradura de la camioneta. No
obstante el sujeto no se identificó ni descendió.
El hombre vestido de camiseta negra, sombrero negro, poncho
color blanco y carriel, se encontraba en alto estado de alicoramiento. Al parecer es
caballista, ya que llevaba en su vehículo sillas para montar caballos, botas y
látigos.
El hombre quien no presentó documento de
identificación, permaneció al interior de los patios bajo la custodia de
patrullas y unidades de policía que tenían acordonado el lugar bajo la mirada de curiosos que
esperan la salida del hombre que regala dinero.
Tomado de Opanoticias