Solo después de que se
firmaron los contratos de obra e interventoría, en la Gobernación del Huila se
dieron cuenta que los diseños del puente, ubicado en el cruce de Guacacallo-La
Laguna, en Pitalito, estaban mal planeados.
Por años los habitantes del corregimiento La Laguna de Pitalito han
tocado las puertas del Gobierno Departamental. Cuando por fin tuvieron
respuesta, pensaron que sus problemas de movilidad iban a mejorar con obras
como el nuevo puente sobre el río Magdalena en el cruce con corregimiento de
Guacacallo.
La vía, que conduce con
Isnos en el denominado Anillo Turístico del Sur, es de alto tránsito, por eso
el actual puente está deteriorado y en cualquier momento se puede venir abajo.
Pensando en eso, la Gobernación del Huila estructuró el proyecto para remodelar
la estructura en un plazo máximo de ocho meses.
La construcción del
puente se adjudicó en diciembre de 2015 al Consorcio Puente Guacacallo. Días
después se contrató la Interventoría. No obstante, con el inicio del nuevo
Gobierno Departamental aparecieron, lo que la comunidad ha denominado, las
trabas administrativas.
Diseños equivocados
Aunque el comienzo de
las obras para cambiar el puente debía ser un trámite expedito, un día después
de suscribirse el acta de inicio (1 de febrero de 2016), el contratista Carlos
Angarita, el secretario de Vías Departamental, Henry Lizcano, y el
representante de la Interventoría, Ancizar Salazar, coincidieron en la
necesidad de suspender el comienzo de los trabajos.
“(…) teniendo en cuenta
el oficio de fecha 02 de febrero de 2016 de la Interventoría, el cual reposa en
la carpeta del Contrato de Obra N° 1157 de 2015 y en el que se manifiesta la
necesidad de suspender el contrato de Obra con el fin de efectuar las
correcciones a la minuta del contrato y realizar la revisión a los estudios y
diseños entregados por la administración departamental”, señala el documento
firmado por las partes el 2 de febrero.
Las modificaciones de
forma que corrigen las minutas del contrato se realizaron el 22 de abril. Pero
la revisión de los diseños, arrojó el problema mayor: los estudios no están
ajustados a las normativas vigentes, es decir, carecen de validez.
“Después del acta de
inicio, el contratista hizo el replanteo, revisó diseños y contrató un experto en
puentes que hizo un análisis al diseño que había entregado la Gobernación.
Sobre el mes de junio en un comité de obras, el consultor presentó el informe
en el que concluía que los estudios y diseños no cumplían con la Norma CCP 14,
la última norma sobre puentes, que entró en vigencia en el 2015. Esos diseños
se habían hecho en 2013”, señaló el secretario de Vías, Henry Lizcano.
Entonces, tras
adelantar un análisis jurídico y administrativo, se plantearon en dos salidas.
“A raíz de eso, con
revisión jurídica, tomamos la decisión de llamar a las consultores de los
diseños anteriores para ver si ellos pueden rediseñar y actualizar los diseños,
para lo cual debemos pagar un dinero. Estamos en ese trámite. Si ellos no
aceptan nos toca adelantar un nuevo concurso de méritos y contratar los nuevos
estudios”, añadió Lizcano.
Nuevos tiempos
Mientras el puente
actual se sigue deteriorando por cuenta del tránsito de volquetas y vehículos
pesados empleados en otras obras, desde la Gobernación del Huila han optado por
reprogramar a largo plazo el comienzo de obras y la entrega final de la nueva
estructura.
“Lo de los diseños
demora todo. Debemos dejar claridad que los diseños se hicieron en el 2013 no
podemos culpar a los consultores, ni al contratista. Esto (diseños
actualizados) se puede demorar unos tres meses, las obras iniciarían en marzo
de 2017, es decir el puente se podría entregar un un año confiando en que las
cosas no tengan contratiempos”, sentenció el Secretario.
El Puente
El puente, localizado
sobre el Río Magdalena en el sector cruce a Guacacallo-La Laguna, es paso
obligado a sectores turísticos, comerciales y agrícolas del sur del Huila. Hace
parte del denominado ‘Anillo Turístico’.
La estructura colgante,
señalan habitantes del sector, data de hace más de 40 años y ya habría cumplido
su ciclo de uso. “Es muy peligroso que transiten por esta estructura con
vehículos de más de 20 toneladas, pese a ello diariamente observamos volquetas
doble troques a cargar material de playa del río, sin importar el riesgo que se
corre”, señaló el dirigente comunitario Guillermo Rodríguez Rojas.
Tomado de Opanoticias.com