La historia detrás de la foto del rescate del cuerpo de una recién nacida en Mocoa


La bebé fue hallada muerta por el samario Orlando Jiménez, de la Defensa Civil. “Angelita”, la apodaron los rescatistas que nunca supieron su nombre real ni el de sus padres.

La avalancha del 31 de marzo, que borró calles y casas en 17 barrios de Mocoa, Putumayo, acabó con la vida de niños, ancianos, mujeres embarazadas, enfermos de cáncer, indígenas y hombres. Enormes piedras cayeron sobre las viviendas y el agua inundó todo a su paso. Los organismos de socorro se han reunido desde entonces en el Colegio Pio XII para atender la emergencia, entre ellos la Defensa Civil. Desde ahí, el rescatista Orlando Jiménez, un hombre alto y de piel morena, se presenta y saluda a sus compañeros.
Apenas ayer llegó a Mocoa, Putumayo, proveniente de la capital vallecaucana, para apoyar las labores de búsqueda y rescate. Hacia las 11 a.m. de este domingo se fue a San Agustín, una de las zonas afectadas, para intentar encontrar vida. En las primeras 76 horas de la emergencia se tiene la esperanza de encontrar sobrevivientes, pero después de este tiempo las ilusiones disminuyen y se habla de la etapa de recuperación de cuerpos.
Uno de los seis perros de búsqueda que estaba en el terreno avisó de un olor inusual y prendió la alerta. Los rescatistas empezaron a buscar a 500 metros a la redonda, y sin escarbar mucho en las profundidades del barro y los escombros, Orlando halló a una bebé de apenas un mes de nacida. (Vea acá el video sobre el increíble rescate)


El hallazgo tocó el corazón de todos, y los transportó a sus familias. Jiménez y sus compañeros consolaron a la pequeña desnuda, a pesar de que ya no tenía signos vitales. La comunidad también se conmovió y donó una manta y ropita para cubrirla. Aunque indagaron si alguien la conocía o sospechaba quiénes eran sus padres, la respuesta de los vecinos fue negativa.
“En Eva María pensé yo”, cuenta Orlando. Ella es la hija del rescatista que tiene un mes de nacida, la misma edad de Angelita, como apodaron a la bebé hallada porque es un “angelito de Dios”. El grupo de hombres la consintió como si estuviera viva, tal vez por eso quienes vieron la foto en redes sociales creyeron eso, que estaba viva. “Vas a ir al cielo”, “eres un angelito”, “Dios te pidió para que lo acompañaras” y “acá abajo te cuidamos todos”, les decían los rescatistas.
“La vestimos e hicimos el procedimiento de entrega a la morgue”, agrega Orlando. Aunque el hombre de 39 años tuvo que seguir en las labores de búsqueda, llamó antes a su esposa para contarle que se había sentido más cerca de Eva. Ambos lloraron separados por el teléfono.
“¿Por qué tiene que suceder esto a los niños que no tienen la culpa de nada? Fue una conmoción muy grande. Continuamos en la búsqueda incansablemente, apoyando la recuperación de cuerpos, con esperanza de encontrar gente viva, vamos a seguir trabajando”, dice Jiménez.
Orlando, que lleva 28 años en la Defensa Civil, aun no ha encontrado sobrevivientes. Es la peor tragedia que ha atendido, por encima de la caída de una avioneta y la avalancha en la Sierra Nevada de Santa Marta. Explica que el barro complica el rescate porque hay que tratar con cuidado los cuerpos para no desmembrarlos.
¿Qué le dirá en unos años a su hija cuando vea la foto? Orlando responde:
“Que se dé cuenta hasta donde uno llega por ayudar a las personas, que ella pudo estar en esa situación y hay que ayudar a la gente. Hija, esto es lo que yo hago y este es mi trabajo, ayudar a los demás, y ojalá sigas ese mismo camino”.
Tomado de El Espectador 
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