Por un descuido de los padres un niño de un año resulto con graves quemaduras en un 14% de su cuerpo.
El menor de tan solo 12 meses de edad presento graves
lesiones al derramarse un agua caliente que se encontraba en una olla de su
residencia en la vereda Palo Quemao de Garzón.
Aun que los padres lo trasladaron de inmediato a un centro asistencial del
municipio el menor tuvo que ser remitido a la unidad de quemados en la ciudad
de Neiva por la gravedad de sus quemaduras.
Autoridades de la salud local manifiestan la importancia de que las personas estén más alertas cuando hay menores de edad en las viviendas, principalmente en inmediaciones de la cocina y estufas para evitar estos percances donde resultan con mayor afectación los menores de edad, con complicaciones en su salud por las quemaduras.
Con información de Mi Región