Responsable del asesinato de tres periodistas del vecino país
y del envío de toneladas de coca por el océano Pacífico, murió en la tarde del
viernes en una operación combinada de Policía, Ejército y el CTI de la
Fiscalía.
El presidente Iván Duque confirmó en la noche la muerte del
jefe de las disidencias de las Farc en las selvas de Llorente, municipio de
Tumaco, en Nariño.
Es la misma zona donde está el mayor enclave coquero del país
y desde donde este hombre, que apenas hace poco más de un año era desconocido
para los colombianos, se convirtió en uno de los principales capos de la droga.
En las últimas horas trascendió que el sector donde se
refugiaba el capo era una zona de esteros, cercana al mar, en la que incluso se
dieron los combates de septiembre en los que se creía que Guacho había sido dado
de baja, o herido de gravedad. Ahora se sabe que nunca salió del sector, ni
tampoco los hombres de la Fuerza Pública que lo cercaban y que ayer en medio de
nuevos enfrentamientos lograron derribar a Guacho con el certero disparo de un
francotirador.
Tras los combates quedaron en el sitio dos cuerpos. Uno de
ellos era el de Walter Patricio Arizala, nombre de pila de alias Guacho (que
también había sido identificado como Luis Alfredo Jiménez Pai), jefe de una
banda que se hacía llamar 'frente Oliver Sinisterra' y que estaba plenamente
dedicada al narcotráfico.
La noticia se confirmó tras la plena identificación, que se
realizó en Tumaco, a donde los cadáveres fueron trasladados en helicóptero.
Aunque se movía en una zona azotada por la pobreza, Guacho
fue encontrado con elementos de lujo en su vestimenta, como sus botas, el reloj
que usaba y su teléfono celular.
Se confirmó que la operación de rastreo incluyó la
interceptación de al menos 120 líneas celulares y el reclutamiento de 15
personas de la región que tenían acceso a la zona rural por donde se movía
'Guacho'.
Con esa información, recabada por el CTI de la Fiscalía, se
logró establecer 16 zonas en las que el capo y su segundo al mando, alias
'Pitufo', se movían con frecuencia.
Tres fuentes humanas
fueron claves para establecer algunas de las rutinas del grupo criminal
y además para ubicar y desmantelar varios laboratorios de droga.
La presión sobre sus finanzas llevó a Guacho a romper sus
protocolos de seguridad y a utilizar canales no seguros, lo que permitió
ubicarlo en Llorente. Allí fue abatido por un certero disparo.
En la mañana del viernes el ministro de la Defensa, Guillermo
Botero, había señalado que el pasado 15 de septiembre 'Guacho' se salvó de
morir porque a pesar de haber sido impactado por un francotirador, lo salvó un
chaleco blindado.