Alua Asetkyzy Abzalbek, una joven de 14 años, de Kazajistán, falleció a causa de la explosión de su celular. Dormía
mientras el estallido ocurrió.
Según medios kazajos, como
Tengrinews, la muerte de Alua ocurrió el pasado 28 de septiembre, en la ciudad
de Bastobe, del distrito de Karatal, región de Almaty.
El Daily Mail británico reportó que, antes de
acostarse a dormir, la joven conectó su celular a un tomacorriente para
cargarlo.
Lo puso, prendido, en la misma almohada en la que
acomodó su cabeza, pues su idea era dormirse escuchando música.
A la mañana siguiente, y al ver
que no despertaba, sus familiares acudieron al dormitorio de Alua. Allí la encontraron sin vida y con el celular
explotado.
Autoridades confirmaron que el
artefacto explotó en horas de la madrugada y que el sobrecalentamiento de la
batería fue el detonante.
La muerte, que fue inmediata y se
catalogó como una situación accidental, se dio por las graves heridas causadas
en la cabeza de la menor.
“La marca del teléfono inteligente no fue revelada”,
aseveró el Daily Mail.
El medio británico también publicó
un mensaje que Ayazhan Dolasheva, una amiga de Alua, escribió en redes
sociales.
"Todavía no puedo creerlo.
Eras la mejor. Es muy difícil para mí estar sin ti, te extraño tanto. Me has
dejado para siempre”.
El Nuevo Día, de Puerto Rico,
medio perteneciente al GDA¸ recordó que no es la primera vez que un hecho de
estas características ocurre y que especialistas han advertido, numerosas
veces, que cada celular debe ser cargado usando su cargador original.
“Además, no hay que dormir con los teléfonos móviles
cerca ni perderlos de vista cuando se están cargando”.
Tomado de EL TIEMPO