Una vereda de la capital
huilense, afectada históricamente por el conflicto interno del país, ha decidido
iniciar un proceso de resiliencia por medio del arte, en el que esperan poder
convertir a su comunidad en el mural más grande del país.
Según sus pobladores y líderes
las paredes de las viviendas y locales comerciales han sido convertidas en
murales que cuentan la historia cruda de la violencia, y el despertar de un
pueblo que logró sobrevivir en las adversidades y ahora apuestan por la paz.
Indican que la historia
está siendo contada por medio del arte, y que en cada pared hay una historia
diferente.
Esto ya ha causado una
respuesta positiva en la comunidad huilsense, quienes llegan hasta la vereda de
San Luis para tomar sus fotografías y conocer la historia de quienes ahí han
vivido.
Fotografías/ información
Velcy Trujillo