Su nombre es Leidy Patricia Rey Narváez, nacida en
Neiva, departamento del Huila, considerada por su familia, amigos y personas
que la conocen, como el vivo ejemplo de la mujer “berraca” que merece tener el
país. Ingresó a la Escuela Militar José María Cordova cuando tenía 17 años de
edad y recién había concluido la secundaria.
“Hice parte del primer
grupo de mujeres que ingresaron al Ejército para ser operativas, es decir, ir a
zonas de orden público, participar en combates y dirigir la tropa, actividades
que eran solo de los hombres”, señaló la oficial.
Esta opita quien posee el
cargo de Capitán del Ejército Nacional y es comandante de Compañía, además de
ser paracaidista de combate, jefe de salto, primera mujer maestra de salto
aéreo, se convirtió en la primera tiradora de Alta Precisión en el Ejército
(TAP), uno de los cursos de mayor resistencia física y mental de las Fuerzas
Militares.
“He saltado 19 veces
durante el entrenamiento”, asegura Leidy Patricia, al resaltar que recibió el
reconocimiento del ‘Espíritu Combativo”.
Ejemplo
de “berraquera”
Su vida militar la
comparte con el título de esposa, mamá, hermana, hija y una mujer “natural”,
como Leidy Patricia lo define.
“Soy la tercera de cuatro
hermanos, mamá de dos hijos y uno en gestación, esposa de alguien que me apoya
y me quiere, y una mujer que sigue luchando por sus sueños, demostrando que se
pueden lograr”, expresó la opita.
De acuerdo a Leidy
Patricia, el arma que utilizaría en caso de ser necesario para una misión
especial será el fusil de precisión M24 Remintong, calibre 7,62, de fabricación
norteamericana, un arma que tiene un alcance efectivo de 800 a 1.500 metros.
Para la Capitán Rey, no
fue fácil el proceso que tuvo que pasar, pues las condiciones de entrenamiento
estaban hechas para medirse ante situaciones extremas.
“Eso sí que fue difícil,
son dos meses de entrenamiento bajo extremas condiciones, temperaturas bajo cero
o en la selva. Yo era la única mujer oficial. Tenía 29 compañeros, todos
soldados profesionales que de seguro no daban un peso por mí”, señaló.
Esta mujer, que se
convierte en un claro ejemplo del empoderamiento femenino afirma que ser el
primer puesto en el curso de TAP, llegando a los 3.700 metros sobre el nivel
del mar, entrenando bajo extremas condiciones fue todo un reto personal.
“Lo logré, me gané el
respeto de mis compañeros, que de seguro pensaron que por ser mujer no pasaría
el curso. Esperaban que me retirara en las primeras semanas, pero no, fui la
primera y eso me hace sentir muy orgullosa”, aseguró la oficial.
Leidy Patricia es el
ejemplo de las mujeres que sobresalen por su temple, fortaleza, inteligencia y
poder como mujer, ese mismo que logra recordarle quien es y de donde proviene,
porque se levanta cada día para hacer las cosas con pasión y demostrar que su
rol de madres y profesionales a la máxima potencia la hace más “invencible”.