“El origen
de los estupefacientes podía ser identificado en una zona de producción del
norte de Colombia. La pureza de los productos analizados se situaba entre 80,5
y 90 %”, indicó Philippe Astruc, fiscal de la ciudad francesa de Rennes, en un
comunicado que daba cuenta de la investigación tras un año desde que se
encontraron los primeros paquetes que tenían el tamaño de una caja de zapatos y
estaban perfectamente sellados con papel celofán. En total se descubrieron
1.600 kg de cocaína.
En noviembre
de 2019, las autoridades multiplicaron los avisos de alerta respecto a estos
fardos que poco a poco fueron apareciendo a lo largo de varios cientos kilómetros
del litoral atlántico francés. Pese a ello, un hombre de 35 años murió por
sobredosis en el distrito francés Saint-Nazaire, el 16 de diciembre de 2019,
debido a la “ingestión de un producto que había encontrado en la playa”,
informó la Fiscalía.
Por el
momento, se desconocen las razones de esta descarga, ya sea voluntaria o
accidental. Tampoco se sabe quién era el transportista (velero, carguero o un
submarino). “Teniendo en cuenta que una parte de la carga se perdió en el mar
(un tercio o un cuarto), el volumen inicial de producto se puede calificar de
importante”, apunta el comunicado, añadiendo que la investigación seguía
abierta. La mayoría de la cocaína procede de tres grandes países productores:
Colombia, Perú y Bolivia. Europa es el segundo mercado mundial, después de
Norteamérica.
Los paquetes
de cocaína empezaron a llegar a la costa francesa a mediados de octubre de
2019. Se trataba de algunos fardos que llamaron la atención de las autoridades
y luego se convirtieron en una verdadera amenaza para la población. “Tememos
que la gente intente encontrar estos paquetes y los consuma, lo que es
increíblemente peligroso, o que traficantes se aprovechen de esto para ‘ganar
algo de dinero aquí’” dijo en su momento el fiscal Philippe Astruc, más
teniendo en cuenta la pureza de la sustancia psicoactiva.
Además, las
autoridades tuvieron que vigilar cientos de kilómetros de costa y cerrar media
docena de playas puesto que no faltó quienes intentaron hacerse con las drogas.
Martine, una mujer que se paseaba con su perro, encontró un paquete al borde
del mar. “Nos acercamos por curiosidad. Nos dimos cuenta de que era droga. ¡No
tocamos el paquete porque nos dijeron que podía ser peligroso, fue tentador!...
Pero somos personas honestas”, contó la mujer en ese momento a la agencia AFP.
En Colombia
cayó banda que enviaba cocaína a Europa
Mientras en
Europa la investigación para encontrar los detalles de cómo llegó la cocaína
colombiana a las costas europeas continúa, en el país los esfuerzos por
desmantelar traficantes internacionales no cesan. El pasado martes 10 de
noviembre, la Fiscalía informó que 10 presuntos integrantes de una red
transnacional de tráfico de estupefacientes conocidos como Los Cirujanos fueron
cobijados con medida de aseguramiento en una cárcel.
De acuerdo
con la investigación, cuyo origen fue la información aportada por una fuente
humana, los servidores del CTI lograron establecer que varias personas que
tendrían roles específicos dentro de la organización criminal se habrían
concertado desde hace tres años, aproximadamente, con el propósito de enviar
cocaína a Europa, en la modalidad de correos humanos. La sustancia ilícita
salía desde los aeropuertos Alfonso Bonilla Aragón de Palmira (Valle del Cauca)
y El Dorado de Bogotá, con destino a Madrid (España).
Lo más
inquietante es que, con base en el material probatorio, la Fiscalía evidenció
que dos personas vinculadas al sector de la salud, al parecer, hacían parte de
esta banda delincuencial y serían los encargados de intervenir quirúrgicamente
a las mujeres reclutadas para transportar la droga. El ente investigador señaló
que se trata de una instrumentadora quirúrgica, quien labora en un hospital de
Cali y un hombre que se habría hecho pasar por cirujano, puesto que no está
titulado, y quien en los últimos días se encontraba laborando como médico
general (telemedicina pacientes Covid-19) en un reconocido hospital de
Medellín.
Se conoció
que tales procedimientos se realizaban en quirófanos improvisados o en
habitaciones de moteles o aparta-estudios que rentaban por días hasta la
recuperación de las víctimas, a las cuales les implantaban prótesis que
contenían cocaína líquida en senos y piernas. Un miembro de la estructura
criminal perfilaba y reclutaba a las mujeres que serían cargadas con la droga,
ofreciéndoles oportunidades laborales en España. Las víctimas eran enviadas en
vuelos comerciales a Madrid, donde les eran extraídas las prótesis con el
alcaloide, igualmente en quirófanos improvisados, en esa ciudad.
Las 10
personas fueron capturadas el 5 de noviembre de 2020 durante operativos
conjuntos realizados por el CTI de la Fiscalía y unidades del Ejército
Nacional. Posteriormente, fueron presentados ante un juez de control de
garantías en Cali quien les imputó cargos por su presunta responsabilidad en el
delito de concierto para delinquir agravado con fines de narcotráfico, pero los
capturados aceptaron los cargos. En las diligencias fueron incautados 14
teléfonos celulares y un pasaporte a nombre de María Camila Gallego.
Fuente: EL
ESPECTADOR