Entre la selva de la Amazonia colombiana - exactamente en la Serranía de la Lindosa - está escondido una de las colecciones de arte rupestre prehistórico más grandes del mundo. Un tesoro arqueológico que fue descubierto por un grupo de expertos de la Universidad Nacional de Colombia. Se trata de “la Capilla Sixtina de los antiguos”, en la que hay decenas de miles de pinturas de animales y humanos creadas hasta hace 12.500 años en acantilados que se extienden a lo largo de casi ocho millas del país.
En las
imágenes divulgadas por el grupo de arqueólogos se observan algunos animales
extintos de la edad de hielo, como de perezosos gigantes; caballos;
mastodontes, un pariente prehistórico del elefante del que no hay registro en
Suramérica desde hace al menos 12.000 años; o del paleolama, un camélido
extinto.
Según
escribieron los expertos en el paper, publicado en Science Direct, una de las
teorías que manejan es que estos animales fueron vistos y pintados por algunos
de los primeros humanos en llegar al Amazonas. “Estos hallazgos dan algunas
pistas de una antigua civilización perdida. Llevará generaciones estudiar estas
pinturas”, reseñó el documento.
El
descubrimiento, que fue realizado por un equipo colombo-británico y financiado
por el Consejo Europeo de Investigación, se dio en la Serranía la Lindosa, un
lugar tan alejado que, tras un viaje de dos horas desde San José del Guaviare,
el equipo de arqueólogos tuvo que caminar durante cuatro horas para llegar
hasta las pinturas y algunas de ellas son tan altas que solo con drones
consiguieron observarlas.
“Realizamos
excavaciones preliminares en los sitios arqueológicos Cerro Azul, Limoncillos y
Cerro Montoya en el Departamento de Guaviare, Colombia. Las fechas
contemporáneas en los tres refugios rocosos separados establecen la
colonización inicial de la región entre ~ 12.600 y ~ 11.800 cal AP. Los
contextos también arrojaron miles de restos de fauna, flora, artefactos líticos
y pigmentos minerales, asociados a extensas y espectaculares pictografías
rocosas que adornan las paredes del refugio rocoso”, señalaron los expertos.
El equipo de
Gaspar Morcote-Ríos de la Universidad Nacional de Colombia, encargado del
estudio, reseña que esta zona fue habitada hace 12.600 años y que este es el
sitio con mayor número de realizaciones de arte rupestre en Colombia, con
100.000 figuras individuales.
José
Iriarte, profesor de arqueología en la Universidad de Exeter y un destacado
experto en la historia amazónica y precolombina, fue el encargado de liderar la
expedición. En diálogo con el medio Observer explicó que “las imágenes son tan
naturales y están tan bien hechas que tenemos pocas dudas de que estás mirando
un caballo, por ejemplo. El caballo de la edad de hielo tenía una cara salvaje
y pesada. Es tan detallado que incluso podemos ver el pelo de caballo. Es
fascinante”.
Las
pinturas, añadió el experto, tienen un color terracota rojizo e incluyen
árboles y plantas alucinógenas y en la mayoría de ellas se observa cómo muchos
de estos animales grandes aparecen rodeados de hombres pequeños con los brazos
en alto. “Como si estuviesen adorando a estos animales”, dice Iriarte. Además,
en la investigación, los expertos encontraron trozos de ocre que rasparon los
antiguos pobladores para hacer estas pinturas.
Y aunque el
hallazgo de este grupo de arqueólogos se había realizado desde hace un año, los
resultados se habían guardado bajo reserva porque iban a ser proyectados en un
diciembre a través de un documental sobre el Amazonas.