El hecho ocurrió en Baranoa, Atlántico, municipio en donde hay toque de queda y ley seca desde el pasado viernes para contener el contagio de COVID-19 .
Alberto
Carmona, propietario de la tienda, relató que el sujeto estaba tomando cerveza,
pero antes de las 10:00 p.m., horario en el que empiezan a regir las
restricciones, le pidieron que cancelara la cuenta y se retirara.
“Se molestó
y comenzó a partir sillas y a decir que él era venezolano y que podía matar al
que él quisiera. Al fin se calmó y se fue, pero en la madrugada regresó, roció
gasolina y prendió el lugar. Nos dejó en la calle", señaló el comerciante.