Debido a las denuncias realizadas por animalistas quienes observaron la precaria situación de los burritos en la Isla Santorini en Grecia y al apoyo que les dieron los medios de comunicación al compartir la información, así como lectores y usuarios de las redes sociales que no pararon de ejercer presión, se logró la regularización del peso que estos animalitos deben cargar.
La situación
se presenta porque miles de turistas utilizan a los burritos como medio de
transporte, ya que la isla es escalonada y no pueden transitar vehículos.
En la Isla
Santorini los burritos eran obligados a trabajar jornadas de más de 16 horas al
día, se les proveía poca agua y encima eran forzados a llevar a sus espaldas a
personas con exceso de peso. Además las altas temperaturas son un factor de
mortificación para estos seres. En algunos casos las sillas de montar les causaban unas profundas heridas en los lomos de los burritos.
A raíz de
esto, los animalistas fijaron su mira en este problema y gracias a sus gestiones se logró que las autoridades locales
determinaran que los burritos no podían ser obligados a llevar a una persona
que pese más que del 20% del peso del animal, lo que más o menos equivale a 100
kilos.
Fuente: The
Guardian