Las víctimas
de las ejecuciones extrajudiciales, o como comúnmente se les conoce 'falsos
positivos', fueron el eje central del cierre del testimonio que entregó el
expresidente de Colombia Juan Manuel Santos, ayer ante la Comisión de la
verdad.
En un
encuentro que se extendió por más de dos horas, el exjefe de Estado relató cómo
se enteró cuando era ministro de Defensa del gobierno de Álvaro Uribe, de que
militares estaban asesinando a civiles para presentarlos ilegítimamente como
guerrilleros y delincuentes muertos en combate, así como las acciones que tomó
su cartera para investigar y denunciar esta práctica.
Además, Santos
quien recibió el Nobel de Paz en 2016 aprovechó el espacio para pedirles perdón
a las víctimas por estos crímenes, que, reconoció, se cometieron mientras él
estuvo liderando el Ministerio.
"Tengo
que decir que, a pesar de haber hecho todo lo humana y legalmente posible, no
logramos cortar de un solo tajo los falsos positivos. No era fácil, por todas
las razones que he expuesto. Cambiar la cultura y el accionar de cualquier
institución toma tiempo, es difícil, sobre todo cuando se trata de
instituciones tan conservadoras como las Fuerzas Armadas. Creo, sin embargo y
sinceramente, que el objetivo fundamental de acabar con los falsos positivos se
logró", dijo el exmandatario.
Y agregó "Pero
me queda el remordimiento y el hondo pesar de que durante mi ministerio muchas,
muchísimas madres, incluidas las de Soacha, perdieron a sus hijos por esta
práctica tan despiadada, unos jóvenes inocentes que hoy deberían estar vivos.
Eso nunca ha debido pasar. Lo reconozco y les pido perdón a todas las madres y
a todas sus familias, víctimas de este horror, desde lo más profundo de mi
alma".