Hace pocos días se registró el inusual caso de un ciudadano inglés, cuya identidad no fue revelada, que se fracturó, de manera vertical, su órgano reproductivo durante una relación sexual con su pareja.
De acuerdo
con el medio inglés ‘Daily Mail’, este es el primer caso registrado en el mundo
de un paciente que sufre este tipo de lesión (de forma vertical). Esta fue
objeto de estudio por parte de un grupo de médicos que realizaron una
publicación científica sobre el tema en el ‘British Medical Journal’.
Según la
investigación, alrededor del 88.5 por ciento de las fracturas de pene se
presentan durante el coito y de manera horizontal. Las posiciones sexuales que
más se relacionan con este tipo de lesiones son la de ‘el perrito’ y ‘el
misionero’.
Sin embargo,
en el caso de este hombre de 40 años, la fractura ocurrió con una pose en la
que su miembro estaba en una posición vertical.
De acuerdo
con los expertos, en el momento de la fractura, la túnica albugínea, capa que
protege el tejido eréctil y que irriga sangre a esa área, se dividió en dos
tras el fuerte movimiento, lo que ocasionó la lesión.
Tras lo
sucedido, el sujeto fue de inmediato al hospital para ser atendido y luego de
un proceso de recuperación de seis meses, los urólogos afirmaron que el
paciente volvió a alcanzar erecciones sin ningún inconveniente y que la
fractura no dejó ningún tipo de deformidad en su pene.
Según el
medio citado, los hombres mayores de 40 años tienen mayor probabilidad de
sufrir una fractura de miembro con un porcentaje del 70 por ciento, es decir,
siete de cada diez.
De acuerdo
con la Asociación Británica de Urología, este tipo de lesiones requieren de
intervención médica inmediata para evitar posibles secuelas a largo plazo como
disfunción eréctil.
Adicionalmente,
desde 1924 se habrían presentado un total de 1,600 casos registrados de
fracturas de pene en todo el mundo.
Vale
destacar que la Asociación Británica de Urología recomienda la intervención
quirúrgica de pacientes que presentan este tipo de lesión en un tiempo menor a
24 horas para evitar posibles secuelas a largo plazo como la disfunción
eréctil.
Fuente: EL
TIEMPO