La banda de extorsionistas, estaba integrada por Cipriana
Padilla Navarro, capturada en Espinal, Tolima; Diego Norberto Mora Torres y
Damaris Torres Mejía, a quienes se les hizo efectiva la orden judicial en Mocoa
- Putumayo.
Los tres capturados, estarían involucrados en los hechos
registrados en junio de 2021, cuando sujetos armados, habrían irrumpido en una
vivienda del municipio del Agrado, Huila y tras amarrar de manos y pies a los
integrantes de la familia, habrían hurtado, entre otras pertenecientes, ocho
millones de pesos, dos armas de fuego y joyas.
Tras huir en motocicleta habrían realizado a sus víctimas
nuevas amenazas, indicando que regresarían para continuar con los cobros
extorsivos.
A los ocho días parte de la banda regresó y con panfletos en
los que se identificaban como integrantes del Grupo Armado Organizado residual,
Comando de Frontera, exigieron a sus víctimas la suma de 20 millones de pesos,
durante el hecho ilícito fueron capturados en flagrancia y hoy permanecen
privados de la libertad.
Sin embargo, las intimidaciones no cesaron y a cambio de
respetarles la vida, el resto de la banda exigía un total de 10 millones de
pesos.
El valor ciudadano permitió la denuncia y la recolección de elementos materiales probatorios que concluyeron con la captura de los otros tres integrantes de la banda, quienes fueron enviados a centro carcelario como medida de detención preventiva tras la imputación de los delitos de secuestro simple, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, extorsión con circunstancias de agravación punitiva consumada y tentada y hurto calificado con circunstancias de agravación punitiva.
El grupo delincuencial al parecer realizaba extorsiones y
secuestros selectivos en los departamentos del Huila, Caquetá y Tolima,
obteniendo información y engañando a sus víctimas a través de actividades de
brujería como lectura de tabaco y supuestos hechizos.
Mediante las sesiones de brujería al parecer lideradas por
‘Silvana’ o la ‘Médica’, los delincuentes lograban obtener información valiosa
como propiedades, bienes y actividades económicas de sus potenciales víctimas.
La información era posteriormente empleada por el resto de la
banda para materializar las intimidaciones y ejecutar los actos de secuestro y
extorsión al identificarse como integrantes de las llamadas disidencias.