La Inspección General de la Policía Nacional suspendió de manera provisional a cuatro uniformados responsables del control del armamento en el Comando de Policía Sucre.
La decisión se tomó en el marco de las investigaciones por la
pérdida de 22 fusiles Galil 7.45, que permanecían en el llamado ‘armerillo’ de
la institución en Sincelejo.
Los uniformados fueron citados a audiencia pública
disciplinaria, señalados de faltas gravísimas por posibles conductas que
facilitaron el extravío de las armas.
Durante el tiempo de la medida disciplinaria los encartados
no tendrán derecho a remuneración, y las faltas podrían derivar en destitución
e inhabilidad general.
Frente a las pesquisas que se adelantan por estos hechos, el
general Carlos Ernesto Rodríguez Cortés, inspector general de la Policía,
recordó en primer lugar que en las actividades de cierre del año 2021, el
comando de Policía de Sucre ordenó una revista al armamento y fue así como se
determinó la pérdida de las armas.
Añadió que el proceso que se inició contra los cuatro
uniformados a cargo del ‘armerillo’ se adelanta en cumplimiento del debido
proceso, y que la institución no ahorrará esfuerzos para determinar qué fue lo
que pasó y dónde están ahora los fusiles.
"Se designó un grupo especial para establecer la
trazabilidad y registro del armamento y determinar con exactitud el periodo en
que se produjo la sustracción de las armas, y cuál es su paradero",
manifestó el inspector general.
Así mismo, indicó que se comunicó de los hechos a la justicia
penal militar, que asumió la investigación en el ámbito penal.
La investigación para determinar qué pasó con estas armas fue
priorizada por el director general de la Policía, y la institución también
pidió el acompañamiento de la Procuraduría General de la Nación.
Las especulaciones obvias que se dan en estos casos es que
han podido ser negociadas con la guerrilla o con una organización criminal
poderosa como el ‘Clan del Golfo’.