La mujer de 57 años habló con el medio local ‘The New Indian
Express’ y manifestó que su esposo murió cuando ella era muy joven, por lo que
debía criar sola a Shanmugasundari, su hija que, en ese momento, estaba recién
nacida.
“Perdí a mi esposo Siva solo 15 días después del matrimonio.
Yo tenía sólo 20 años entonce, y pronto di a luz a Shanmugasundari. Decidí no
volver a casarme”, señaló en la entrevista.
Petchiamma vivía en ese momento en Kattunayakanpatti, un
pueblo pequeño ubicado a 30 kilómetros de la ciudad de Thoothukudi, India. En
esta región, las oportunidades para las mujeres eran escasas, pero debía
encontrar un empleo a como diera lugar.
Cuando comenzó a trabajar, se dio cuenta que el panorama era
muy complicado para ella, pues estaba en medio de una sociedad patriarcal en la
que no podía laborar tranquilamente sin ser acosada sexualmente o recibir
burlas por su género.
“Criar a una niña sola resultó ser difícil. Trabajé en obras
de construcción, hoteles y salones de té; pero sufrí acoso en todos estos
lugares”, afirmó.
Ante la angustia, la mujer originaria de India tomó la
drástica decisión de cambiar su identidad. Se dirigió al templo de Tiruchendur
Murugan, en la ciudad de Thoothukudi, donde pidió que su nuevo nombre fuese
Muthu, lo que la convirtió oficialmente en un hombre.
Todos sus documentos de identidad los registró con sexo
masculino, incluso su tarjeta Aadhaar -requerida para votar-. Solo sus
familiares y personas cercanas sabían que en realidad era mujer.
Petchiamma mantuvo su identidad como Muthu durante toda la
crianza de Shanmugasundari, incluso hasta después de que ella se casó e hizo
una nueva vida junto a su esposo: “Esta identidad garantizó una vida segura
para mi hija. Seguiré siendo Muthu hasta que muera”.
¿Cómo vive actualmente?
A pesar de que pudo trabajar durante su juventud para sacar a
su hija adelante, hoy en día Petchiamma no cuenta con estabilidad económica y
tampoco puede laborar activamente debido a su avanzada edad, por lo que ha
tenido que recurrir a auxilios del Gobierno para poder vivir.
“No tengo una casa ni tengo ahorros. No puedo solicitar el
certificado de viudez tampoco. Como soy demasiado mayor para trabajar, solicito
al Gobierno que me ofrezca alguna ayuda monetaria”, aseguró.
Tomado de : El tiempo