La Sala Plena de la
Corte Suprema de Justicia condenó a un abuelo a 12 años y 6 meses de prisión
por homicidio preterintencional, luego de que se comprobara que un violento
sacudón que le dio a su nieta de nueve meses, le produjo la muerte.
De acuerdo con el fallo del alto tribunal, zarandear o
sacudir violentamente a un menor son expresiones agresivas que constituyen
maltrato infantil que pueden producir lesiones o la muerte y, por tal razón,
tienen una sanción penal.
Aunque podría parecer insignificante, el conocido zarandeó
para reprender a un niño se consideró maltrato en Colombia al determinarse
médicamente que dicho movimiento puede ocasionar lesiones fatales por las
cuales un padre, madre, familiar o a cualquier adulto, puede ir a la cárcel.
Según indicó la Corte, el caso por el cual se determinó que
el zarandeo es maltrato ocurrió en Bogotá en 2002, cuando un abuelo quedó solo
en casa con su nieta mientras la mamá de ella salió a la tienda a comprar
víveres. Al verla llorar descontroladamente, la sacudió y le produjo la muerte.
La decisión de la Cortes está respaldada en un estudio
científico que se llevó a cabo y que demostró que el zangoloteo o las sacudidas
violentas fueron las que desencadenaron las lesiones en el cerebro de la bebé.
Para el tribunal, en este caso hubo un homicidio
preterintencional no culposo, pues el abuelo no buscaba algo más que corregir a
la menor o hacerle daño, pero desafortunadamente fue en lo que terminó.