Un tubo que llevaba para poner cortinas, terminó enredado en
las gradas, cuando ella intentó sacarlo, este tocó al parecer unas cuerdas de
la luz conectadas al transformador, hubo una explosión y esto la expulsó, su
madre que iba subiendo fue quien la salvó de la caída por las escaleras.
Karol Michell Bastidas Ricaurte es miembro de la selección de
balonmano de Yumbo (Valle del Cauca), es una joven de 16 años que cursa el
grado once, y su pasión por ese deporte la llevó a pertenecer a la liga del
Valle. Su gusto por este deporte inició en el 2016, cuando apenas cursaba
quinto grado.
A la joven vallecaucana le empezó a llamar la atención este
deporte, pero como “era muy bajita”, decidió seguir entrenando fuertemente y
sin descanso. Cuando cumplió 12 años la llevaron a competir a Barranquilla,
desde entonces empezó a asistir a diferentes torneos en los que representaba,
junto al equipo, a su municipio y departamento, de los cuales se trajo más de
tres medallas
Claudia Ricaurte, mamá de Karol, aseguró que “ya lleva varios
años en los diferentes campeonatos, ella iba a entrenar, a estudiar y viajaba
cuando había entreno, porque le quedaba lejos el lugar en donde practicaba el
equipo”.
Este 2022 sin duda cambiaría para siempre su vida. Karol se
encontraba en un trasteo con su familia, ya que se mudaba a un apartaestudio
que le había hecho su madre en el tercer piso de su vivienda, entre el corre
corre un repentino hecho generó una descarga eléctrica que desencadenó en un
incendio.
“Mientras pasábamos las cosas, los muebles, la cama, un
cortinero desde el segundo piso, por las escaleras, se atascó a una cuerda
primaria de electricidad. Ella estaba en la parte de arriba y en la descarga
sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. Yo intenté ayudarla, y me pasó a
mí también”, comentó su madre.
Madre e hija fueron afectadas, así que fueron llevadas
inmediatamente al hospital de Yumbo, en donde recibieron los primeros auxilios
que brindan a las personas con quemaduras. Lamentablemente, Karol por la
gravedad de sus heridas la llevaron al Hospital Departamental en donde ingresó
a cirugía en sus manos, pues las tenía “como entumecidas”.
La joven permaneció en la UCI tres días inconsciente y
entubada, hasta que después abrió sus ojos y la pasaron a una habitación. Sin
embargo, le dejaron las heridas abiertas, porque tenían que mirar el tejido y
cerciorarse del estado del nervio, para que tuviera movilidad.
Con cada intervención las manos no respondían, hasta que
luego de un tiempo “se llega a la conclusión de cortarle las manitos, la
noticia es bastante fuerte y nos piden dos semanas para ir preparándola
mentalmente”, expresó la madre de la menor.
Una prótesis para la menor cuesta alrededor de 30 millones de
pesos, “esperamos que tan pronto se recupere ya tengamos la fórmula, para
mandar a hacer las pruebas y decir, tenemos esto, separémosla o miremos qué
hacemos”. Por lo que, junto a su familia, amigos y la comunidad están reuniendo
fondos para poder darle a Karol, las prótesis que le permitan volver a la
cancha.