Gracias a su nuevo cargo, Márquez debió trasladarse a Bogotá,
y su lugar de residencia está ubicado cerca de la Casa de Nariño. En su nuevo
hogar, cuenta con un grupo de personas que se encargan del mantenimiento de
este, ya sea la limpieza o vigilancia.
En el poco tiempo que lleva en esta residencia ha realizado
muy pocos cambios, “detalles pequeños, pero que para mí tiene importancia. Las
camas de las mujeres que trabajan aquí, que ayudan a mantener esta casa limpia,
eran chiquitas. Dentro de los pedidos que podía hacer, las hice cambiar”, dijo.
“Cuando las trajeron ellas estaban como llorando, de ver que
las estábamos tratando con dignidad y con respeto, y eso lo he estado
haciendo”, añadió.
“Yo no trato a las personas como empleado o trabajador, sino
como compañeros. Estoy estableciendo una relación donde cada uno cumple sus
tareas, pero con mucho respeto”, aseguró la vicepresidenta.
Tomado de: Caracol Radio