La sentencia fue tomada por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo
Giménez Uriburu y Andrés Basso. Los tres estuvieron de acuerdo en condenarla
por administración fraudulenta. En cambio, por dos votos a uno quedó absuelta
por asociación ilícita. Solo Basso votó por condenarla por ese delito. Hasta
último momento todas fueron especulaciones. Nadie supo el resultado del juicio
hasta que se anunció en la sala de audiencias.
“Tenemos la certeza de que, mediante la tramitación de
cincuenta y un procesos de licitación pública para la construcción de obras
viales sobre rutas nacionales y provinciales en la provincia de Santa Cruz,
entre los años 2003 y 2015, tuvo lugar una extraordinaria maniobra fraudulenta
que perjudicó los intereses pecuniarios de la administración pública nacional
en los términos y condiciones establecidos por la ley penal”, sostuvo el
tribunal en un breve comunicado tras leer el veredicto.
La ex presidenta se enteró de la decisión en su despacho del
Senado, desde donde inmediatamente habló para responder al veredicto a través
de un mensaje público con duras críticas. Insistió en la idea del “lawfare” y
“el partido judicial”. Y volvió a repetir que en este juicio no estuvieron
acusados los jefes de Gabinete de la gestión k, entre los cuales está el
presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa.