De acuerdo con el periódico británico 'The Daily Mail', la
mujer mencionó que el aro del sujetador metálico, le causó una infección
llamada 'fascitis necrosante', que afecta los tejidos blandos, la cual no pudo
ser controlada con medicamentos.
La fascitis necrosante, como su nombre lo indica, es una
infección subcutánea que causa la necrosis de los tejidos.
Después de intentar varios tratamientos con medicamentos sin
éxito, el dolor se volvió insoportable para la mujer. Por ello, decidió ir a
urgencias y pedir una evaluación exhaustiva de su condición.
"Cuando entré, la enfermera me miró y me apresuró...
estaba totalmente gris en la cara. Fue realmente aterrador", comentó la
mujer.
En el servicio de emergencias, descubrieron que tenía un
absceso en su seno derecho, lo que llevó a que la remitieran al hospital
'Aberdeen Royal Infirmary' ubicado en Foresterhill en Aberdeen, Escocia, para
recibir cuidados especializados.
La infección se propagó rápidamente y sus órganos empezaron a
fallar, lo que llevó a que se sometiera a una cirugía urgente. Durante la
intervención, los médicos decidieron extirpar parte de sus senos y la indujeron
a un coma para tratar de controlar la situación.
La mujer irlandesa reveló que, mientras estuvo inconsciente,
tuvieron que realizar dos cirugías adicionales para eliminar un insecto
carnívoro que se había alojado en su cuerpo. Afirmó que los médicos estuvieron
desconcertados durante varios días y que no sabían qué podría suceder.
Tras permanecer una semana en coma y someterse a diversas
intervenciones quirúrgicas, la mujer finalmente logró despertar en una
condición estable.
Sin embargo, tuvo que permanecer hospitalizada durante otras
tres semanas y seguir un reposo de cuatro meses, según las recomendaciones de
los especialistas, debido a las mutilaciones físicas que sufrió durante el
tratamiento médico.
Un año después del trágico incidente, todavía le resulta
increíble que todo este difícil proceso de salud haya sido provocado por el
alambre de su sujetador.
"Ahora no siempre me siento bien con cierta ropa, ya que
me falta mucho seno, pero estoy tan contenta de estar viva después de casi no
lograrlo", expresó Halcrow.
Además, afirmó que la apariencia estética que proporciona el
uso de sujetadores con aros no justifica los riesgos que pueden surgir,
enfatizando que no vale la pena comprometer la salud por una cuestión de imagen
corporal.
"Cambié a un estilo de brasier diferente, ahora sin
aros, por si acaso, pero lo principal es que estoy viva y aquí para
contarlo", comentó la mujer.