Ellyannah, una bebé nacida en un hospital de Los Ángeles,
Estados Unidos, ha dejado asombrados a los médicos por su historia milagrosa.
La pequeña vino al mundo prematuramente, a las 16 semanas de gestación, con un
peso de aproximadamente 0,34 kilogramos, del tamaño de una lata de gaseosa. A
las 20 semanas, los padres recibieron la noticia de una restricción de
crecimiento fetal, y se les aconsejó poner fin al embarazo. Sin embargo, la
pareja, que llevaba más de 8 años intentando tener un hijo, decidió luchar por
la vida de Ellyannah.
La bebé ha estado en cuidados intensivos desde su nacimiento,
enfrentando desafíos como dificultades para respirar, para los cuales ha
necesitado el apoyo de un ventilador. A pesar de las adversidades, los padres
mantienen la esperanza y están comprometidos con la recuperación de su hija. Demostrando la fortaleza y determinación de los
padres, así como la capacidad de los médicos para enfrentar desafíos
únicos en la atención neonatal.