La cultura laboyana está de luto

El maestro José Ignacio Olave, quien en vida representó todo lo que es la cultura musical de Pitalito ante Colombia y el mundo,  será sepultado hoy, hasta su féretro se han  acercado no solo sus allegados, sino la generación del Alma Huilense, que lo vio convertirse en un ícono de la música en el sur del país.


En el salón del concejo municipal de Pitalito, fue puesto en cámara ardiente el maestro Olave, en el balcón, una bandera de Pitalito ondea a media asta con una cinta negra atada en la parte superior, en ese recinto de la alcaldía le rindieron tributo, músicos, pintores, amantes de las artes tradicionales laboyanas, también reconocidos dirigentes, hasta humildes ciudadanos con   los cuales José Ignacio Olave compartió su amistad y sencillez en vida.


Así lo recuerda, el especialista en pedagogía del folclor, Hugo Alberto Olave, uno de sus hijos mayores, quien al igual que sus hermanos heredó toda la vena artística y cultural de su padre.


“El pueblo laboyano esta unido, entorno a nuestra familia, agradecemos infinitamente este acompañamiento, papá, era nuestra insignia, nuestro ejemplo de vida, nuestro maestro como todos lo llaman, incluyéndonos, él seguirá siendo historia, nos gustaría que su historia se conozca para que quede un ejemplo y continúe la tradición”, indicó Hugo Alberto.


Sus hijos manifiestan que a sus 94 años de edad, el maestro se veía como un roble, sin embargo desde las fiestas del San Pedro para acá, su salud se deterioró rápidamente, “recientemente lo habíamos visitado, hicimos nuestras labores cotidianas, hacíamos caminatas, realmente pues fue un llamado de Dios, así es la vida, uno no sabe si hoy está bien y mañana le toca” apuntó el maestro.


Legado cultural


Dentro de la herencia musical que deja José Ignacio Olave, se encuentran canciones como Caminando por el Huila, tema que fue grabado por reconocidos exponentes de la música colombiana, así mismo el tema Quesos y besos, decenas de composiciones a Pitalito y personajes huilenses, incluso era el afiliado más antiguo en todo el departamento de la seccional Huila de Sayco y Acimpro. El maestro dejo más de 350 obras registradas a su nombre ante esta entidad.


Olave, fue uno de los fundadores del legendario grupo Alma Huilense, junto con su hijos desde la década de los 50, recorría diferentes municipios de Colombia dando conciertos prácticamente sin recursos, “recuerdo que salíamos sin plata, en las presentaciones nos tocaba hacer colectas, rifas, para poder seguir llevando la música laboyana y huilense en otros departamentos, este grupo era integrado por la familia Olave, después en el colegio La Presentación La Norma y La Sagrada Familia el proyecto continuó, luego fue conformado con docentes como el profesor Portilla, el profesor Quintero, ya que la familia pues nos fuimos desplazando a otros ámbitos para continuar preparándonos en la música, así lo hizo Faiver con su grupo Libertad, también Antonio, quien es docente en la Pedagógica y yo, que trabajo en la Universidad Nacional”, apuntó Hugo Alberto.


“El maestro Olave será recordado no solo por su legado cultural, sino por ser un ejemplo de vida, disfrutaba reunirse con sus contertulios a hablar de deporte, de política, recordaba su terruño en Paicol, también hablaba de origen de su familia en el Cauca, salía mucho a caminar para ejercitarse y visitar a algunos amigos, yo creo que él murió con esas ganas de vivir”, declaró el folclorista e hijo mayor del maestro Olave.


En la familia Olave, queda otra institución, que es la señora Teres Díaz de Olave, esposa y compañera del maestro, nacida en Paez Cauca, hasta donde el paicoleño estudioso de la música le llevaba serenatas, la conquistó y la llevó hasta Pitalito donde formaron toda la tradiciones cultural que son hoy en día, ella fue su cómplice y quien a pesar de sus 95 años de edad, no se ha derrumbado, sino que es el soporte de la familia en estos difíciles momentos.


En el velorio del maestro, el ex alcalde de Pitalito y amigo personal de Olave, Roberto Molina Vázquez lo recordó de esta manera, “fuimos amigos muchos años, lo acompañaba a sus conciertos, en su casa tertuliábamos de su vida me contaba de sus orígenes, solo tomábamos aromática, el era de una generación musical que no se ha vuelto a ver en Pitalito”.


Así mismo, Javier Antonio Ríos Martínez, un amigo del maestro que lo acompaño en los 60 con el grupo Alma Huilense, “juntos integramos en La Nomal el grupo de folclor artístico, yo era tiplista, hacíamos un programa en Radiosur que se llamaba Noches del Recuerdo, integramos con los grandes de la Música laboyana como son el gran maestro Portilla, Arnulfo Beltrán, el profesor Quintero, el profesor Gonzales, Jairo Vázquez, para mí fue uno de los grandes compañeros y grave una canción con él que la compuse el año 78, el mejor amigo”, el maestro concluyó su relato entonando su canción mientras sostenía en sus manos una antigua fotografía de más de 40 años en la que se ve el grupo entero en una de sus innumerables presentaciones.


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