Niño de 12 años alertó sobre la masacre de sus cuatro hermanos en Caquetá

Con un disparo en su pecho caminó hasta la casa de una prima. La Fiscalía alista dos órdenes de captura.





Los golpes de Samuel para que sus hermanos le abrieran la puerta facilitaron que la noche del miércoles 4 de febrero hombres armados ingresaran a la humilde vivienda de la familia Vanegas Grimaldo, ubicada a 45 minutos de Florencia, y asesinaran a cuatro de los nueve hijos del matrimonio de Jairo y Victoria, quienes desde hace dos años son víctimas de amenazas para que abandonen sus tierras.Víctor, el mayor de los Vanegas Grimaldo, le dijo a Caracol Radio que el recorrido de los atacantes comenzó cerca de la casa donde Samuel, de 17 años, y Jairo Abel, de 16, cuidaban una hectárea de tierra que un hombre que se hace llamar Ricardo Tamayo quería invadir.

El predio está ubicado cerca al kilómetro 52, en la vía que de Florencia conduce al municipio de Suaza, en la salida a Neiva. A esta tierra llegaron hace 10 años los Vanegas Grimaldo, procedentes de Milán, Caquetá, zona de influencia de las Farc.

De allí se llevaron a Samuel y tomaron rumbo a la casa donde permanecían solos Juliana de 14, Pablo de 12, Ximena de 10 y Deiner de 4. Con ellos estaba una tía discapacitada, a quien en el pasado ya habían intentado atacar.

Dentro de la vivienda los dos atacantes dispararon contra Samuel, Juliana, Ximena, Deiner y Pablo, quien milagrosamente sobrevivió, pese a haber recibido un disparo en el pecho. Sus atacantes creían que el tiro había acabado con su vida. Para cuando terminaron con su accionar criminal iban a ser las 9 de la noche.

Pablo permaneció en el suelo haciéndose el muerto y apenas pudo inició una caminata de casi dos kilómetros hasta la casa de su prima Milena, quien alertó a las tropas del batallón Liborio Mejía de lo que había ocurrido. A 5 kilómetros de la casa de la masacre está ubicada la sede de la guarnición La Fortaleza.

Los militares le dieron los primeros auxilios al pequeño y en una ambulancia lo llevaron al hospital, donde a esta hora es atendido. Todavía no sabe que sus hermanos murieron. Con insistencia pregunta cuál es su estado de salud. Al pie de su cama permanece su madre Victoria Grimaldo.

Los cuerpos de Samuel y Juliana ya fueron entregados a sus familiares y se espera que en las próximas horas suceda lo mismo con los de Ximena y Deiner. El sepelio de los cuatro hijos de los Vanegas Grimaldo será mañana.

De las amenazas contra esta familia conocían desde hace dos años las autoridades. Lo último que reportaron a la Fiscalía fue la extorsión a que eran sometidos. Les pedían 17 millones de pesos para dejarlos en paz.


CARACOL RADIO
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