Dos hermanas que vendieron la virginidad y prostituyeron a una adolescente de 15 años en $2 millones, hija de la compañera sentimental de una de ellas, por solicitud de una Fiscalía Seccional de Neiva, fueron condenadas a 20 y 23 años de prisión por el delito de proxenetismo, tras investigaciones del CTI.
Las mujeres actualmente se encuentran recluidas en el centro carcelario y penitenciario de Rivera (Huila) y fueron sentenciadas por el Juzgado Cuarto Penal del circuito con funciones de conocimiento.
La Fiscalía 14 Seccional del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) conoció el reporte presentado por el Instituto Colombiano de Bienes Familiar (ICBF) en el que denunciaban el abuso sexual al que fue sometida una menor de 15 años que terminó bajo protección en un hogar sustituto luego de ser encontrada por la Policía Nacional en la terminal de transportes de Neiva con señales de maltrato físico y abuso sexual, por lo que de inmediato le brindaron protección.
Inicialmente, la joven no les contó a los uniformados lo sucedido, pero días después narró a una defensora de familia del ICBF que desde niña su madre mantenía una relación sentimental con otra mujer, y que desde esa época esta persona la golpeaba y la maltrataba mientras su madre salía a trabajar en municipios cercanos de Neiva.
La menor narró a los investigadores del CTI que con el paso de los años la progenitora no pudo seguir suministrando el dinero suficiente al hogar y que los maltratos físicos siguieron y psicológicos por parte de la pareja de su madre.
Durante la investigación, la Fiscalía estableció que durante el 2009 la hermana de la compañera sentimental de la madre de la víctima propuso a su familiar que vendieran la virginidad de la adolescente, ya que tenía 15 años y sus clientes le estaban pidiendo mujeres más jóvenes y vírgenes.
Con maltratos físicos, la mujer intentó en varias ocasiones convencer a la adolescente para vender su virginidad, que ya estaba negociada en 2 millones de pesos. Al final, la niña accedió, al parecer frente a la presión psicológica y la falta de recursos económicos.
Durante las investigaciones se puedo establecer que luego de la venta, las mujeres obligaron en varias ocasiones a la menor a tener relaciones sexuales con otros hombres que pagaron cifras inferiores.
Esta situación se presentó hasta cuando uno de ellos, un exalto funcionario de la empresa de alumbrado público de Neiva, sostuvo un encuentro con la joven en un motel de Neiva, donde la golpeo. La niña trató de huir a Ibagué con el dinero recibido por el servicio y fue precisamente en la terminal de transportes donde la Policía la halló y la puso a disposición del ICBF.
Luego de conocida la sentencia en contra de las dos mujeres, el juzgado de conocimiento envió copias para que investiguen las conductas delictivas en las que pudo haber incurrido el funcionario.
Las mujeres actualmente se encuentran recluidas en el centro carcelario y penitenciario de Rivera (Huila) y fueron sentenciadas por el Juzgado Cuarto Penal del circuito con funciones de conocimiento.
La Fiscalía 14 Seccional del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) conoció el reporte presentado por el Instituto Colombiano de Bienes Familiar (ICBF) en el que denunciaban el abuso sexual al que fue sometida una menor de 15 años que terminó bajo protección en un hogar sustituto luego de ser encontrada por la Policía Nacional en la terminal de transportes de Neiva con señales de maltrato físico y abuso sexual, por lo que de inmediato le brindaron protección.
Inicialmente, la joven no les contó a los uniformados lo sucedido, pero días después narró a una defensora de familia del ICBF que desde niña su madre mantenía una relación sentimental con otra mujer, y que desde esa época esta persona la golpeaba y la maltrataba mientras su madre salía a trabajar en municipios cercanos de Neiva.
La menor narró a los investigadores del CTI que con el paso de los años la progenitora no pudo seguir suministrando el dinero suficiente al hogar y que los maltratos físicos siguieron y psicológicos por parte de la pareja de su madre.
Durante la investigación, la Fiscalía estableció que durante el 2009 la hermana de la compañera sentimental de la madre de la víctima propuso a su familiar que vendieran la virginidad de la adolescente, ya que tenía 15 años y sus clientes le estaban pidiendo mujeres más jóvenes y vírgenes.
Con maltratos físicos, la mujer intentó en varias ocasiones convencer a la adolescente para vender su virginidad, que ya estaba negociada en 2 millones de pesos. Al final, la niña accedió, al parecer frente a la presión psicológica y la falta de recursos económicos.
Durante las investigaciones se puedo establecer que luego de la venta, las mujeres obligaron en varias ocasiones a la menor a tener relaciones sexuales con otros hombres que pagaron cifras inferiores.
Esta situación se presentó hasta cuando uno de ellos, un exalto funcionario de la empresa de alumbrado público de Neiva, sostuvo un encuentro con la joven en un motel de Neiva, donde la golpeo. La niña trató de huir a Ibagué con el dinero recibido por el servicio y fue precisamente en la terminal de transportes donde la Policía la halló y la puso a disposición del ICBF.
Luego de conocida la sentencia en contra de las dos mujeres, el juzgado de conocimiento envió copias para que investiguen las conductas delictivas en las que pudo haber incurrido el funcionario.