A pesar de estar radicado en México durante más de
12 años, la gente de Pitalito no olvido a Octavio Sterling Bolaños, así se
sintió en el templo de San Antonio de Padua, donde allegados y amigos se
unieron en oración y abrazos para despedir cálidamente a su hermano y amigo.
Las exequias fueron acompañadas por música de cuerda
y la voz del maestro Faiber Olave, a la salida del templo el féretro fue
cargado por sus allegados hasta el coche fúnebre que lo llevó hasta su última
morada en el parque cementerio El Campanario.