La batalla jurídica detrás de la decisión sobre el matrimonio gay


Con Colombia, son 23 los países que avalan estas uniones. En Congreso no prosperaron 21 proyectos.

Tras meses de un duro debate, la Corte Constitucional votó este jueves a favor de una de las mayores luchas políticas de la comunidad gay, y dio luz verde para que las parejas del mismo sexo puedan unirse en matrimonio.

Con la histórica decisión, Colombia se convierte en el país número 23 en permitir que los gais puedan casarse. El fallo también consolida el grupo de derechos que la comunidad LGBTI ya ha conseguido en el país: la adopción (su mayor victoria jurídica) fue avalada el año pasado, y ya se les ha reconocido la pensión de sobrevivientes, la unión marital de hecho, la visita conyugal, entre otros avances.

Seis votos contra tres derrotaron la ponencia del magistrado Jorge Pretelt, que negaba el matrimonio para las parejas homosexuales considerando que solo el Congreso podía hacer ese tipo de reforma. Pretelt, quien hizo una dura crítica contra sus colegas por no respaldar su ponencia, pretendía que las uniones entre parejas gais siguieran reconociéndose como vínculos solemnes (avalados por la Corte en el 2011), pero sin la posibilidad de llamar a esa unión un matrimonio.

Esa posición fue respaldada por los magistrados Luis Guillermo Guerrero y Eduardo Mendoza Martelo, mientras que tuvo en contra los votos de María Victoria Calle, Luis Ernesto Vargas, Jorge Iván Palacio, Alberto Rojas, Gloria Ortiz y Alejandro Linares, quienes consideraron que no hay ninguna razón constitucional para seguir discriminando a los gais.

Con la votación de la Sala Plena, por orden alfabético, el magistrado Alberto Rojas (cuya jurisprudencia ha sido de corte liberal y a favor de las minorías) debe ahora elaborar una nueva ponencia en donde recoja los argumentos y la decisión de la mayoría de sus colegas. Ese nuevo documento debe ser puesto, nuevamente, a consideración de la Sala Plena.

Mientras ese fallo sale, hay debate sobre si las parejas gais pueden o no, desde ya, casarse. Mientras magistrados y expertos aseguran que habría que esperar la sentencia, otros indican que el comunicado del alto tribunal en el que se deja claro que la ponencia de Pretelt fue derrotada, ya da ese efecto jurídico. Una fuente del alto tribunal le dijo a EL TIEMPO que la decisión de la Corte (aunque aún no se conozca la sentencia) les da seguridad jurídica a los jueces y notarios que ya vienen celebrando matrimonios para que puedan seguir haciéndolo.

Batalla jurídica

Aunque en la sentencia C-577 del 2011 el alto tribunal ya había allanado el camino, reconociendo que las parejas homosexuales también pueden constituir una familia y pueden unirse en un contrato formal, el vacío legal persistía por cuenta de la falta de voluntad del Congreso para legislar.

En el fallo del 2011, la Corte le dio al Congreso un plazo de dos años para regular el tema. Como los parlamentarios no lo hicieron, desde junio del 2013 las parejas homosexuales –según estableció la Corte– pueden acudir ante un juez o notario para que las una en un contrato solemne.

Pero el matrimonio gay llegó a un segundo round en la Corte por cuenta de seis tutelas que fueron acumuladas para su estudio. En dos de esos casos, parejas homosexuales de Bogotá y de Cali pedían que la Corte ordenara que los notarios los unieran en matrimonio, y no en una unión solemne. Aunque, de acuerdo con expertos, esa figura tiene los efectos jurídicos de un matrimonio, no llevaba su mismo nombre, lo que implicaba que persistía la discriminación.

Otra de las tutelas venía del Procurador Alejandro Ordóñez, quien demandó la unión de una pareja gay por considerar que el juez que la autorizó estaba extralimitándose en sus funciones. De hecho, Ordóñez anunció este jueves que acudirá al Congreso para buscar, a través de un proyecto de ley, que se reverse el matrimonio igualitario.

También queda abierta la posibilidad de que –como sucede en el caso de la senadora Viviane Morales, que promueve un referendo para tumbar la adopción gay– ciudadanos busquen a través de esta vía anular la decisión.

Al revisar las tutelas, según fuentes del alto tribunal, la mayoría de la Corte hizo un desarrollo jurisprudencial de su fallo del 2011, y avaló los argumentos que en el proceso presentaron expertos como el abogado Rodrigo Uprimny, miembro de Dejusticia.

 En el concepto entregado por el jurista se pedía avalar el matrimonio gay considerando que el alto tribunal debía “suplir el déficit de protección de derechos que sufren las parejas homosexuales, a través del matrimonio”. La Corte también tuvo en cuenta que la Constitución establece que todos los ciudadanos “nacen iguales”, y que la línea del alto tribunal ha defendido la dignidad de los seres humanos, en el entendido de que “consiste en vivir como uno quiere, vivir bien, y sin humillación”, afirmó una fuente de la Corte.

Al conocerse la decisión, representantes de la comunidad gay asistieron este jueves al Palacio de Justicia para celebrar. Elizabeth Castillo, activista LGBTI, quien en el 2013 –después de que la Corte avaló las uniones solemnes para parejas del mismo sexo– se casó con Claudia Zea en Gachetá (Cundinamarca), aseguró que la decisión del alto tribunal “es un logro maravilloso para las personas homosexuales. Hoy recuerdo con tristeza a quienes murieron y no pudieron ver esto”, dijo.

La representante a la Cámara, Angélica Lozano, dijo: “El Congreso cerró la puerta a la igualdad siempre en 21 proyectos de ley, durante 18 años, pero la Corte reconoció la plenitud de derechos. Ahora continúa la lucha social, en las calles y en las casas, para que no haya más discriminación”.

Tomada de El Tiempo


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