“El 40% del país ya padece
de algún grado de erosión y el 15,6% de los suelos está afectado por la
sobrecarga de ganado y cultivos”, es una de las conclusiones más alarmantes que
tiene la última publicación del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, “Suelos y
Tierras de Colombia”, donde se indica que entre 1967 y 2012 el país le dijo
adiós a una cobertura boscosa tan grande como el departamento de Cundinamarca,
es decir 2,4 millones de hectáreas.
Juan Antonio Nieto
Escalante, director General del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC,
señala que “La cobertura boscosa nacional muestra una tendencia regresiva en
extensión de masa forestal, tendencia que se aceleró entre finales de los años
60 y la mitad de los 80. La desaparición de los bosques está ligada a la tala
indiscriminada, a la minería ilegal, a la explotación desmesurada de los
recursos naturales y al establecimiento de otros usos como los agrícolas y
pecuarios, los cuales no son aptos para estas zonas”.
Hace 45 años el 60% de
todo el país era bosque, y cubría los departamentos de Amazonas, Putumayo,
Vaupés, Guaviare y Guainía, y gran parte del Chocó, Caquetá, Arauca y Nariño.
Sin embargo, para 2014 la tasa de deforestación alcanzó el 16%, y en 2015, la
Procuraduría General de la Nación aseguró en 2015 que el 61% de los municipios
colombianos albergar alguna actividad minera, lo que ha profundizado la pérdida
de bosques, por cuenta no solo de la minería sino también de las actividades agrícolas,
pecuarias y la ganadería.
En 2012, los bosques se
redujeron a 65.767.667 hectáreas (el 58% del país), representados en 60,7
millones de hectáreas de bosques primarios y secundarios y 5 millones de
bosques fragmentados con pastos y cultivos.
La mayoría de los suelos
de la Amazonia son los más afectados por la deforestación, pese a que los
países que comprende la la selva amazónica conocen del alto potencial de esta
zona como solución natural frente a la problemática del cambio climático.
“La mayor pérdida de
bosque en Colombia se originó entre los años 60 y la mitad de los 80, con la
reducción de más del 13% de la cobertura boscosa nacional. Entre 1985 y 2012 se
registró una aparente disminución de la tendencia de destrucción. Esta
desaceleración de la tala de bosques en la última década está asociada
posiblemente con aspectos socioeconómicos y variantes del orden público”,
concluye Nieto Escalante.
Información Contagio radio
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