Si
tradicionalmente a inicios de cada año los hogares se enfrentan a muchas alzas
en productos y servicios a raíz del incremento en el salario mínimo, en el 2017
la situación será aún más complicada para el bolsillo de los colombianos.
Eso, por
cuenta de la próxima reforma tributaria, proyecto que será presentado esta
semana al Congreso, pero que ya genera polémica por las propuestas que se han
dado a conocer.
Solo por un
eventual alza del IVA de tres puntos (de 16 % a 19 %), se sentirán
incrementos en: ropa, productos de
belleza y aseo, repuestos automotores, electrodomésticos, servicios de
telefonía y televisión, entre otros 130
productos que está gravados con esa tarifa.
Además, el Gobierno pretende aumentar el número de bienes que pagan el
IVA y es posible que, por cuenta de esa
iniciativa, en 2017 sean más caros las tabletas y computadoras y hasta los libros.
Cálculos de
Erick Rincón Cárdenas, gerente de Legis,
muestran que un IVA sobre los libros de 5 % implicará que el precio al público
de este producto aumentaría 14 %. Asimismo, estimaciones de Fenavi, indican que
poner IVA de 5 % al huevo representará un incremento de 8 % en el costo para el consumidor.
“El impacto
es clarísimo sobre los hogares, habrá un aumento de precios fuerte, que podría
poner en peligro la meta de inflación del 2017 y se afectaría el consumo. Por
ello, la recuperación de la economía no será tan rápida”, dijo Julio César
Alonso, director del Centro de Internacional de Economía y Finanzas de la
Universidad Icesi.
Para el
académico, la fuente de recursos provenientes de las empresas que fue la que se exprimió en las últimas reformas tributarias se agotó
y ahora “echarán mano de los hogares”.
Según la
propuesta de la Comisión de Expertos sobre la reforma tributaria, los cambios
sugeridos dejarían unos $6,7 billones
solo por IVA.
Otro apretón
Los
colombianos no solo tendrían que pagar más en el 2017 por la compra de bienes y
servicios, se pronostica otro apretón
por cuenta del impuesto de renta. La
idea del Gobierno es ampliar la base de
contribuyentes, en su objetivo de aumentar la formalidad y hacer que paguen
tributos las empresas y personas naturales que
no lo hacen.
Hoy en día,
las personas naturales comienzan a tributar a partir de una renta líquida
superior a $3 millones mensuales y una de las recomendaciones es que se
modifique ese tope.
De aceptarse
la iniciativa, el umbral bajaría a $1,5 millones con una tasa de 2,5 %.
De esta forma, el número de colombianos que tendrían que declarar renta,
y posiblemente pagar, pasaría de 2.085.000 colombianos a casi 3.000.000. “Aún así un poco más del 80 % de la
población trabajadora seguiría sin tributar”, dice la Comisión de Expertos.
El profesor
Camilo Rodríguez, de la Universidad del
Rosario, considera que esta propuesta tendrá un
impacto “muy fuerte”, porque se pondrá a pagar a mucha gente que tiene un ingreso no
necesariamente alto. “Ese concepto en sí no es equivocado, lo que está mal es que paguen impuestos y no
obtengan beneficio por eso. La clase media que tendrá que pagar más
impuestos, no tiene educación gratis o un servicio de salud de calidad”,
afirma.
Agrega que
muchas de las propuestas que se conocen
de la reforma son preocupantes, porque “plantean sacrificar al
contribuyente y no tienen en cuenta que el sistema funciona cuando el
contribuyente puede pagar, si lo ahogas, no tiene sentido”.
Según
estimaciones de la Comisión de Expertos, la modificación de rangos y tarifas
para renta de asalariados
representaría $1,5 billones al año.
Unido a esto
también se conoció la posibilidad de que se implemente un tributo único para
pequeños negocios, con la idea de formalizarlos. Estos pagarían un impuesto
anual que oscilaría entre $480.000 y
$960.000, este gravamen reemplaza el de renta y sería opcional para
personas naturales obligadas a
declarar.
La sola
idea de que tenderos, peluquerías,
misceláneas y otros negocios con ingresos brutos hasta $104 millones
tengan que tributar generó polémica, pues según Fenalco (gremio que reúne a los
comerciantes), muchos de estos negocios
apenas son de sobrevivencia.
Impacto
Para Luis
Hernando Franco Murgueitio, director de la firma Franco Murgueitio y
Asociados, los cambios tributarios
planteados no están bien encaminados.
Sobre el
aumento del IVA dice que es una propuesta simplista de “graves consecuencias
inflacionarias”; el impuesto a los
dividendos sería “un desestímulo a la
capitalización de las compañías y una
amenaza para los inversionistas porque constituye un doble gravamen” y respecto
a la reducción en los topes para declarar renta en personas naturales, asegura
que “equivale a buscar el ahorro “quitándole el azúcar al tinto”.
El experto
dice que la solución no es poner a pagar mínimos a quienes poco ganan, pero sí
se debe “entrar al radar tributario a los informales y a los evasores, lo cual
no se logra rebajando los topes para declarar sino realizando campañas de inclusión”, afirma.
“Antes que
una reforma tributaria que complique la vida de los colombianos y termine
afectando tanto la seguridad tributaria como la estabilidad de los negocios,
debe pensarse en taponar las venas rotas
del despilfarro; frenar la evasión, adelantar programas de fiscalización para
vincular omisos a la base tributaria y
cerrar las puertas a los evasores”, dice Franco Murgeuitio.
El ambiente
para la reforma tributaria, que empezaría a discutirse esta semana, no es el
mejor. El senador Jorge Robledo opina
que los impuestos deben caer sobre los
que tienen mucho y no sobre los más pobres y considera que se deben gravar con tasas diferentes a las
personas, pues no es lo mismo el 15 % al rico, que ese mismo porcentaje
para un pobre.
“Una señora
pobre compra un jabón, le ponen 16 % de IVA, si es de $1000 resulta ser
$320. Eso al año es mucha plata para ella, pero no tanto para una persona
adinerada”, afirma.
El senador
asegura que lo mismo pasa con los tributos a las empresas, los cuales deberían
ser progresivos.
“Como está
planteada la reforma, es la más retardataria porque estará centrada en el IVA y
gravará más las clases medias colombianas”, dice Robledo.
Tomado de El
País