En primera instancia, estos lotes que hacen parte del municipio, están
determinadas como zonas de protección y de alto riesgo, por estar sobre la
rivera de la quebrada Cálamo y no pueden ser destinados para la construcción de
viviendas de interés social para las comunidades vulnerables.
Estas familias,
conformadas por personas de la tercera edad y niños, que han puesto como escudo
en estas construcciones hacen parte de familias que han venido desplazadas años
atrás al municipio de Pitalito; no obstante, muchas de ellas tienen sus
viviendas y ya están radicadas en esta localidad, de la misma manera, la
persona quien lidera la construcción de estas residencias invasoras, le
manifestó a un funcionario de la administración municipal, que él no es del
municipio de Pitalito, y que fue convocado por la comunidad por su experiencia
en la construcción de invasiones.
Esta problemática, se agudiza al momento en
el que las autoridades de policía del municipio bajan la guardia y después de
lograr el despeje de la zona al día siguiente vuelven a llegar esta comunidad
enardecida a tomar de nuevo la zona. A esta hora, hay presencia de uniformados
del ESMAD, al tiempo que la administración municipal se reúnen para analizar la
situación, y determinar qué acciones se pueden tomar al respecto con estas
familias, máxime cuando se tiene conocimiento que muchas de ellas no necesitan
realmente la ayuda.