Ella sostuvo que tiene
pruebas de como este intendente de la Policía también ha venido maltratando
físicamente a una de sus hijas.
Leidy Cárdenas, de 32
años de edad, quien paradójicamente es conciliadora de familia, cuenta con
siete medidas de protección pero asegura que eso ha sido en vano, su expareja,
un intendente de la Policía Metropolitana de Bogotá ha intentado asesinarla en
tres ocasiones y sigue como si nada en activo en la Institución.
De igual forma, sostuvo
que sólo espera que las agresiones de que ha sido víctima por parte de su
expareja no terminen en un desenlace fatal y su nombre se sume a la larga lista
de casos de feminicidios ocurridos en el país.
“Tengo siete medidas de
protección en este instante, una está dirigida por el fiscal 45 al propio
comandante de la Policía Metropolitana, general Hoover Pinilla (…) En este
momento la Unidad Nacional de Protección, UNP, tiene a cargo el estudio de
seguridad para mí, pero tampoco ha sido posible agilizar las medidas”, dijo
Leidy Cárdenas.
También denunció que
sus agresiones iniciaron hace once años y se recrudecieron en los últimos tres
años, al punto que se vio obligada a huir de su casa y en sólo en el último mes
ha tenido que cambiar de residencia en tres oportunidades debido a que teme por
su vida.
“Me ha tocado
trasladarme de casa en el último año y medio, no tengo estabilidad laboral, no
pude tener la niñas porque no tengo a donde llevarlas y quedaron en las misma
vivienda con mi ex pareja y ahora además (mi agresor) se trasteo de casa y se
llevó a mis hijas sin poder verlas”, relató Leidy cárdenas.
“Mi agresor ha cumplido
18 años en la institución (de la Policía) es una hombre que tiene un perfil
doble, porque en su vida laboral es muy cumplidor de su deber, pero en la vida
familiar durante once años nos ha causado unas torturas terribles, mi niña
mayor nació y creció dentro de la violencia al igual que mis otras dos hijas
menores”, dijo Leidy Cárdenas.
Asimismo, sostuvo que
tiene pruebas de como este intendente de la Policía también ha venido
maltratando físicamente a una de sus hijas y como incluso estaría agredido a su
actual pareja.
Igualmente, dijo que ha
resultado un calvario saber que a diario ella trabaja por resolver los
problemas familiares de otras personas a sabiendas de que la ley le impide
interferir en su propio proceso y las autoridades que deberían prestarle ayuda
no lo hacen.
“Cuantas de esas
mujeres que hoy día son jueces también tiene problema de violencia
intrafamiliar y les toca muchas veces callar o sencillamente esperar a que la
justicia obre”, agregó.