En 2001 fue quemada con ácido por
su expareja y, por la complejidad de las heridas, se truncó su sueño de ser
estilista profesional. Ahora padece toxoplasmosis cerebral y por tal razón
quería acabar con su vida
Consuelo Córdoba estaba decidida a acabar con su vida. Desde
el 24 de junio de 2001,
cuando su exmarido, Dagoberto
Ensuncho, la quemó con ácido
sulfúrico y le deformó completamente su rostro, ha tenido que
padecer un calvario y vivir, prácticamente, de la caridad de otros.
Su sueño de convertirse en
estilista profesional se truncó y sentía que ya no tenía motivos para seguir
dando la pelea a las diferentes enfermedades que padece. Luego de 87 cirugías y de sufrir
constantes humillaciones y discriminaciones, tenía la ilusión de reconstruir su
vida y conseguir una casa propia,
como se lo había prometido a ella misma desde niña.
Pero, por el estrés generado del
ataque y de subsistir de la ayuda de otros, con el paso del tiempo fue
desencadenando otra enfermedad. La
toxoplasmosis cerebral, es decir, una infección en el cerebro. Por tal
razón, comenzó a hacer los trámites para aplicarse la eutanasia y “terminar con este
sufrimiento”, como se lo aseguró a Noticias Caracol. La cita la tenía
programada para el próximo 29 de
septiembre.
Sin embargo, ella tenía un último
deseo antes de morir: recibir la
bendición del papa Francisco para poder descansar en paz. Y lo
consiguió en la Nunciatura
Apostólica en Bogotá. El máximo líder de la iglesia católica le dio una
bendición y la convenció de que
siguiera viviendo y luchando por sus sueños.
"Gracias a Dios se pudo dar
este milagro. Me abrazó y le entregué el regalo. Estoy feliz, le dije que me
iba a hacer la eutanasia, que me ayudara, y me dijo que no, que no iba a hacer
eso. Me aseguró que yo era
muy valiente y que muy linda”, contó a Noticias Caracol, la mujer de 56
años.
Entre risas le aseguró al médico
que le iba a aplicar la eutanasia que se quedara esperándola porque ella ahora
está más viva que nunca, con sus ilusiones intactas de tener una casa propia y
montar su salón de belleza.
En Colombia, las cifras por ataques con ácido a las mujeres son
alarmantes. Según Medicina Legal, desde
2004 hasta 2016 se registraron 1.151 ataques. No obstante, hay muchos
que no se conocen por el temor de las víctimas a denunciar.