Autoridades no salen de
su asombro por el caso. La víctima tenía 21 años y la joven lo dejó tirado en
una calle mientras agonizaba.
El crimen se presentó
en la ciudad de Gualeguaychú, provincia argentina de Entre Ríos, donde se ha
desatado una dura controversia pues la confesa asesina es hija de un policía y
fue enviada a un psiquiátrico en vez de ir a la cárcel.
Fernando Pastorizzo, el
asesinado, fue hallado en su último aliento de vida por un mensajero. De acuerdo con el testigo, minutos
antes había pasado por el lugar y vio a alguien que lo acompañaba.
Luego de que los
investigadores constataran que la última persona con la que había estado la
víctima era su novia, decidieron contactar a Nahir Galarza. En un
interrogatorio preliminar, escucharon su coartada.
Tras entrevistarse con
los uniformados, la joven publicó una historia en Instagram que dejó
estupefactas a las autoridades, ya que solo unas horas después confesó el
crimen. En ella aparecen ambos en la cama mostrándose cariño.
“Cinco años juntos, peleando, yendo y viniendo, pero siempre con el mismo
amor. Te amo para siempre mi ángel”, escribió la joven sobre la foto del hombre
al que le dio dos mortales disparos.
Tras aceptar que
cometió el homicidio, la joven fue trasladada a la sección de psiquiatría de un
hospital de la ciudad, supuestamente porque estaba en shock.
Los investigadores
determinaron que la homicida usó el arma de su padre, una pistola 9 mm de uso
oficial y exclusivo de policías en Argentina. Esto les hace suponer que el
crimen fue cometido con premeditación.
Carla Pastorizzo,
hermana del joven asesinado, pidió mayor conciencia frente a los crímenes
cometidos por mujeres contra sus parejas y dijo que la lucha feminista contra
la violencia de género también debe considerar a las víctimas masculinas.
Además, definió la relación de su fallecido hermano con Nahir Galarza como
“tóxica".