Una verdadera historia
de terror fue la que recientemente revelaron las autoridades de Venezuela, al
lograr la captura de un homicida que terminó por comerse los restos de su
víctima.
Gracias al trabajo
realizado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas (Cicpc), de dicho país, se pudo detener a Luis Alfredo González
Hernández, quien sin resistencia, aceptó haber cometido dicho crimen pero por
órdenes de su víctima, quien era el dueño de una finca en el estado de Miranda,
muy cerca de la ciudad de Caracas.
“Luego de su
aprehensión y mediante interrogatorio (el homicida) admitió su culpabilidad en
el hecho, manifestando haberlo descuartizado (al hacendado) y comido gran parte
de la humanidad del mismo”, señala la publicación realizada en Instagram por
Douglas Rico, director del Cicpc.
Según la información
preliminar que maneja la policía científica, la víctima había contratado al
joven asesino “para servicio funerario, el cual consistía en darle muerte,
comer parte del mismo y con su sangre y cenizas hacer pinturas en lienzo“.
“En el lugar del hecho
se ubicaron documentos de personas ajenas al lugar las cuales se están
verificando a ver si han sido reportadas como desaparecidas y obras de arte
(hechas con osamentas) a las que se les realizarán la antropología forense
correspondientes”, agrega el texto compartido por el jefe policial.
En 1999, un caso de
canibalismo acaparó la atención mediática en Venezuela luego de que las
autoridades aprehendieran a José Dorangel Vargas, un antropófago conocido como
el “comegente”.
Tomado de La Opinión