Quienes vivieron en
las calles de ese infierno afirman que no fue un mito urbano, incluso hasta le
tenían nombre: Pepe.
Dicen que llegó siendo
una cría: “Ese cocodrilo lo conocí
pequeño, se llamaba Pepe, lo trajeron una ‘lagartijita’. Después, cuando ya el
animal se creció, hicieron un estanque grandísimo para él solo”, le
contó Pedro Ruiz a Los Informantes meses después de la
intervención.
Reveló, además, que el
animal llegó a medir más de dos metros y Los Ganchos, quienes mandaban en el Bronx, “le echaban la gente a ese
animal”.
Y es que las
atrocidades en esa L superaron por mucho a la ficción.
Jefrey Piñeros, quien
vivió durante 12 años en las calles y conoció de primera mano el Bronx, también
dio detalles sobre las habitaciones
repletas de perros donde, en menos de media hora, despedazaban un cuerpo
humano. “Se lo comían a uno vivo”, relató.
Pero ahí no terminaba
la barbarie, otras víctimas fueron halladas enterradas en las mismas casas
donde esclavizaban personas, se ofrecía sexo con niños y muchos sucumbían ante
la drogadicción.
En mayo de 2016, más
de 2.000 hombres del Ejército y la Policía intervinieron el Bronx para
ponerle fin a un sinnúmero de aberraciones que tenían lugar allí.