La Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios
Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), por
medio de la resolución 2298 de 2018, levantó parcialmente la prohibición para
el comercio del caimán aguja o caretabla. Una medida que causó indignación y
revuelo en el país. (Lea: Gobierno autoriza, parcialmente, el comercio de piel
y huevos de caimán aguja)
El levantamiento parcial de la veda será en los
manglares de la bahía de Cispatá, Tinajoes, La Balsa, en Córdoba. Según dicha
resolución, será exclusivo y restringido a sus huevos y se permitirá
"únicamente a los grupos de comunidades locales de la zona, autorizados
por la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge en el
Plan de Manejo Específico. Quedará restringida a particulares o
entidades".
Sin embargo, la noticia no fue muy bien recibida en el
Congreso. Una bancada ambientalista señaló que la medida va en contravía de las
normas de protección de esta especie y le pidieron al Ministerio de Ambiente,
Ricardo Lozano, reversar la resolución.
Juan Carlos Losada, representante del liberalismo,
afirmó que “esa decisión es anterior a la Ley 1774 en la que los animales son
considerados hoy como algo más que simples cosas, como lo pretende esta
decisión, sino que son seres sintientes. Por lo tanto, echar reversa en una
decisión que iba a favor de los animales, hoy está absolutamente injustificado
y de ninguna manera puede ser argumentada como correcta”.