Ubicada
en la zona veredal de Pondores, La
Guajira, la cooperativa Compazcol marcha con cinco unidades
productivas: el ecoturismo, la confección, la agricultura, el abono orgánico y
la ebanistería. En ellas tienen participación 120 excombatientes de las Farc,
quienes desde octubre de 2017 decidieron unirse para tener un cambio
significativo en sus vidas.
La cooperativa nació para dinamizar los distintos
proyectos de reincorporación y nuevas iniciativas que estaban sugiriendo muchos
excombatientes en La Guajira. “El
sueño de nosotros era salir del conflicto de una manera pacífica y
dialogada, en la que todos pudiéramos trabajar de la mejor forma para hacerle
un aporte a la sociedad, además de ayudar a la construcción de un futuro que
pertenece a las nuevas generaciones. Ahora se puede trabajar con mayor calma y
tranquilidad”. Así lo explica Wilfran Martin, excombatiente de las Farc y
representante legal de la cooperativa.
El ecoturismo es una de las propuestas más llamativas que
ha tenido la Cooperativa, pues ha hecho que muchos turistas que visitan
Fonseca, en La Guajira, conozcan la historia de la guerra desde la
perspectiva de quienes la vivieron en carne propia como actores armados al
margen de la ley.
En el recorrido los visitantes
encuentran un museo en
el que se muestran los uniformes de los ex guerrileros, también se pueden ver
retratos de sus compañeros, los implementos que llevaban en sus cargamentos y
finalmente, los visitantes conocen una réplica exacta de uno de los
campamentos que tenía las FARC. Todo con el objetivo de entender la guerra desde una mirada completamente
diferente.
Diferentes organizaciones –como la Cámara de
Comercio, el Sena, el Programa Mundial de Alimentos y La Unidad Administrativa
Especial de Organizaciones Solidarias– fueron las encargadas de capacitar a los
asociados de esta cooperativa. “De acuerdo a su forma de trabajo y los esquemas
productivos que manejaban, a los excombatientientes se les sugirió organizarse
de esa manera”, explica María Cristina Núñez de Organizaciones Solidarias.
Muchos de estos excombatientes cuando estaban en las Farc
eran sometidos a una vida de guerra, pero ahora que ya son parte de nuevos
proyectos de reincorporación han logrado revivir un pasado que estaba escondido
por la violencia.