Aidee Huertas fue presentada ante un juez que
ordenó enviarla a la cárcel acusada del triple asesinato de sus dos hijos de 7
y 10 años, y de su esposo. La evidencia es demoledora: la mujer fue la única persona
presente en la escalofriante escena del crimen ¿Qué ocurrió? Una madre
enceguecida por los celos habría asesinado a toda su familia Gloria Aideé
Huertas Riaño, de 37 años, está acusada de asesinar con un puñal a dos menores
de edad y a su marido.
Gloria Aideé Huertas Riaño, madre y esposa, se
jugó el todo por el todo la noche del domingo 24 de marzo. La mujer les contó a
varios allegados que esa noche saldría con su esposo, Iván Arturo Zorro, a
beber y bailar. Esperaba reconquistarlo de esa manera, pues sabía que su marido
frecuentaba una amante y sentía que su matrimonio estaba en crisis.
Efectivamente, la pareja disfrutó de una noche
de fiesta pero los resultados no fueron los que Huertas esperaba. La Fiscalía tiene
en su poder las imágenes del ascensor y de otras cámaras de seguridad del
Conjunto Residencial Parques de Primavera, en Puente Aranda, donde vivía el
matrimonio con dos hijos menores. En esos registros se observa que ya pasada la
medianoche Huertas y Zorro regresaron de su fiesta, pero él estaba
evidentemente borracho, casi sonámbulo.
Le
puede interesar: Novela sobre niñera asesina ganó el Goncourt en Francia Lo que
vino después, una vez ingresaron a su apartamento, fue la barbarie. Según los
vecinos, hacia la 1:30 de la madrugada hubo un gran griterío, ruidos que daban
cuenta de una golpiza y crujido de muebles que retumbaban contra el piso. “¡Por
esa mujer, por esa mujer!”, alcanzaron a escuchar algunos residentes. Después
todo volvió el silencio. Antes de que el sol saliera, el triple crimen ya se
había sido consumado. La escena no parecía un filme de terror, lo era.
Entre ropa ensangrentada la Fiscalía encontró
a Iván Arturo Zorro, patrullero de la Policía Nacional, tendido en un sofá.
Tenía seis puñaladas mortales en la espalda y otras dos puntadas en el tórax.
Murió desangrado.
El hombre no tuvo oportunidad de reaccionar
porque probablemente fue atacado cuando, en ropa interior, dormía en el sofá.
Su pistola de dotación no estaba con él, se hallaba en la armería de la
Policía. Más tarde los investigadores encontrarían el cuchillo de cocina con
que fue asesinado. En la habitación principal la escena no era menos
escalofriante. La Policía Judicial halló allí a los dos menores, de 7 y 10
años, sin vida, también con heridas de arma blanca. Ambos niños eran hijos de
Aidee Huertas, el mayor con diferente padre, y el menor hijo de Zorro.
Las cámaras de seguridad del conjunto permiten
establecer que nadie más ingresó al apartamento. Allí solo estaba Huertas, que
negó ser la responsable. Aseguró que tuvo un altercado con Zorro y que fue
este, su marido, quien agredió de muerte a los dos menores para luego
suicidarse.
Afirmó que su esposo la había atacado también,
golpeándola en el abdomen, el tórax y las manos. Luego del supuesto suicidio,
ella habría salido en busca de ayuda, hasta que fue socorrida en el hospital
San José de Bogotá. El pasado 4 de abril, la mujer fue capturada en la Clínica
La Paz por la Fiscalía, donde había estado en etapa de recuperación de sus
heridas, desde donde fue conducida a Paloquemao para legalizar su captura y las
demás diligencias judiciales.
Luego
de varios tropiezos, finalmente este miércoles Huertas fue presentada por la
Fiscalía, acusada de ser quien perpetró el triple crimen. La mujer llegó en
estado aún convaleciente y con las manos totalmente vendadas por cortes en las
muñecas.
En la
reconstrucción de los hechos que realizó la Fiscalía en la audiencia de
imputación, el sospechoso dejó de ser el patrullero Zorro y la lupa se ubicó
sobre Huertas Riaño. En su intervención, el ente acusador relató que Zorro se
encontraba dormido cuando su esposa, luego de fuertes alegatos generados por
los celos, tomó un cuchillo de la cocina para apuñalarlo en el tórax y la
espalda.
También
puede leer: Sicario a los 14 años una vieja realidad que quedó al descubierto
en Medellín Acto seguido, la sospechosa se dirigió a la habitación principal
donde dormían los dos menores. Según la Fiscalía, todo indica que Huertas
Riaño, su madre, fue la causante de la muerte de los pequeños, todo, con el fin
de “simular un caso de defensa propia”, dijo el ente acusador.
El fiscal a cargo argumentó que no pudo ser el
hombre, como lo planteaba Huertas, quien asesinó a los niños, pues los
investigadores no encontraron rastros de sangre de estos en él, como para
sustentar el supuesto forcejeo previo que la madre asegura que hubo. Una de las
evidencias que más llama la atención para soportar esta versión, son los
mensajes de texto y fotos encontradas por la Policía Judicial que habrían sido
enviados del celular de Huertas Riaño al celular de su hermana, donde la
sospechosa habría confesado que fue ella quien mató a su esposo.
Esos
mensajes salieron entre las 2:54 a.m. y 2:56 a.m. También existe un registro de
45 llamadas a un número que parece pertenecer a la amante del patrullero Zorro.
La Fiscalía también argumentó que la mujer nunca pidió auxilio y que sus
declaraciones han sido contradictorias. “Nadie escuchó clamores de auxilio de
los menores, y ni siquiera de la propia señora madre de estos”, afirmó el
fiscal que expuso los hallazgos ante el juez de garantías, y quien agregó que
de la evidencia recaudada puede inferirse que “fue la señora Huertas Riaño la
autora material del crimen de los menores y de su esposo”.
El juez, considerando la frialdad de la
escena, que toda la evidencia apunta a Huertas y que, además, la pena que
enfrentaría sería de más de 30 años de cárcel, ordenó imponerle medida
preventiva de cárcel mientras se da el juicio de fondo.
"Existe un alto riesgo de que la imputada
quiera evitar esa pena de más de 30 años... en consecuencia se impone medida de
aseguramiento privativo de la libertad en establecimiento carcelario",
aseguró el togado. Una vez el abogado defensor de Huertas concluya su apelación,
la madre y principal sospechosa será trasladada a la cárcel de mujeres El Buen
Pastor.