Policía enamora a la mujer de un sicario y pone a 29 miembros de la banda tras las rejas



Amor y traición son dos sentimientos que acabaron con una de las redes de ‘gota a gota’ y microtráficos más grandes de Colombia.

La organización, según la Policía del Tolima, usaba como centro de cobros y de microtráfico una escuelita y una tienda de barrio.

Las instalaciones de la escuelita ubicada en Mariquita (Tolima), en donde al menos 100 niños iban a aprender, la transformaron los delincuentes durante los fines de semana en su centro de operaciones para cobros de ‘gota a gota’ y venta de drogas al menudeo.

Un infiltrado de la policía, con su cámara, además grabó la compra y venta de drogas.
“Para distribuir estos alucinógenos los fines de semana en que la escuela estaba desocupada y también tenían tiendas donde vendían y distribuían a nuestros menores de edad”, denunció el coronel Rodolfo Carrero, comandante de la Policía del Tolima.

Pero llegar hasta este punto de la investigación, aseguran, no fue fácil, pues un agente tuvo que conquistar el corazón de la pareja sentimental del jefe de la oficina de sicarios de la red.

“Era una persona que tenía problemas sentimentales con su pareja y comencé a ganarme la confianza de ella, invitándola a salir, a cenar llevándole chocolates, siendo comprensivo con ella, y comenzó a contarme las historias de ella, lo que le pasaba, y así me gané tanto la confianza que ella empezó a suministrarme información importante para la operación”, contó el uniformado, de manera anónima.
Información que iba reportando a sus jefes y a la Fiscalía.

“Días antes de la operación me reúno con esta persona y le digo que tengo una calamidad familiar y que tengo que viajar”, cuenta el policial infiltrado.

Tomado de Caracol Noticias

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