Abul Bajandar, de 28 años, tiene
epidermodisplasia verruciforme, una rara enfermedad que sufren unas 200
personas en el mundo.
El caso del bangladesí, conocido
como "el hombre-árbol" por sus manos y sus pies llenos de
impresionantes verrugas en forma de corteza, se conoció en todo el mundo
durante su primer ingreso en el hospital en 2016.
Los médicos de un hospital
universitario de Daca lo declararon entonces curado.
Sin embargo, sufrió varias recaídas y
en total fue sometido a 25 operaciones quirúrgicas. Desde enero está de nuevo
ingresado en un hospital de la capital.
"Ya no soporto el dolor. No
puedo dormir por la noche. He pedido a los médicos que me corten las manos para
tener al menos un respiro", declaró.
Un procedimiento que apoya su madre,
Amina Bibi: "Al menos será liberado del dolor. Es un infierno",
confesó.
Abul Bajandar también tiene verrugas
en los pies, pero estas están menos extendidas. Dijo que había pedido ser
tratado en el extranjero, pero no dispone del dinero para cubrir los gastos.
Samanta Lal Sena, cirujana plástica
jefa del hospital de Daca, donde el paciente es tratado gratuitamente, indicó
que una comisión de siete médicos se reunirá para discutir su caso.
"Ha dado su opinión personal.
Pero nosotros decidiremos la mejor solución para él", señaló.
La clínica trató igualmente en 2017 a
una niña bangladesí que sufría la misma enfermedad.
Aunque sus excrecencias fueron retiradas,
estas volvieron a aparecer después en mayor número. Su familia puso fin al
tratamiento y se la llevó de regreso a su pueblo.