Tras la
audiencia realizada el pasado vienres 9 de agosto en el Consejo de Estado sobre
la hidroeléctrica El Quimbo, nuevas informaciones confirmarían las
irregularidades denunciadas por ambientalistas sobre la obra. En el evento, el
Consejo aceptó la demanda contra el Proyecto y decretó una toma de pruebas que
serán entregadas el 11 de diciembre para decidir de fondo sobre la
hidroeléctrica; entre las pruebas podría estar el testimonio de un geógrafo que
participó en la construcción, y afirma que por la obra, en Huila «nunca
se podrá dormir tranquilo».
En Contexto: La audiencia que llegó 5 años tarde
El Quimbo es la
primera Hidroeléctrica construída totalmente por el sector privado, según la
Universidad Nacional, es el tercer proyecto de generación de energía más grande
del país tras Hidrosogamoso e Hidroituango. Su construcción obligó a inundar
más de 8 mil hectáreas de seis municipios en Huila (Garzón, Gigante, El Agrado,
Paicol, Tesalia y Altamira); y según la misma Universidad, afectó «las
dinámicas bióticas de la zona», en tanto la vida acuática disminuyó por el
represamiento del río Magdalena, al tiempo que la inundación de la zona
significó el daño de ecosistemas de «bosques riparios, secos y premontanos».
Según
información oficial, la Hidroeléctrica surtiría el 8% de la demanda de energía
del país pero dada su capacidad de generación, el restante sería exportado a
centroamérica y Ecuador. El Proyecto vio la luz en 2009, cuando el Ministerio
de Ambiente y la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) otorgaron las
licencias para iniciar la construcción, lo que permitió iniciar obras en 2010 y
poner en marcha la operación en 2015.
Un año antes, en
2014, integrantes de la Asociación de Afectados por el Proyecto
Hidroeléctrico El Quimbo (ASOQUIMBO) y el Centro de Estudios para la
justicia social (Tierra Digna) interpusieron una tutela ante el Consejo
de Estado, pidiendo una medida cautelar para detener las obras.
Aunque la demanda
se radicó en 2014, solo 5 años después el Consejo determinó que la medida
cautelar que se pedía no tenía validez porque la hidroeléctrica ya estaba
construída; sin embargo, resolvió la realización de una audiencia sobre el tema
que fue aplazada en dos ocasiones pero que se desarrolló el pasado viernes. En
la audiencia participaron integrantes de la Asociación, Tierra Digna, abogados
del consultorio jurídico de la Universidad Surcolombiana y representantes de
distintas instituciones relacionadas con el Proyecto.
«La audiencia logró las expectativas que teníamos»
Miller Dusan,
integrante de ASOQUIMBO y profesor de la Universidad Surcolombiana, declaró que la audiencia «logró las expectativas que teníamos» porque
solo había dos escenarios posibles: Que el Consejo de Estado negara la validez
jurídico de los cargos presentados, o, lo que en este caso ocurrrió, que se
reconocieran los mismos y se diera seguimiento al proceso.
Como explicó
Dusan, los tres argumentos presentados para pedir la medida cautelar apuntaban
a que el proyecto «había sido declarado inviable desde 1995», realizó una
sustracción irregular del área donde se hizo el embalse, «que es protector de
la Amazonía», y que no se hicieron los estudios de vulnerabilidad, sismicidad e
impacto social que debieron hacerse, y en el tiempo que se requería para
prevenir cualquier tipo de daño causado por el Proyecto.
El profesor
destacó que esta «es la primera demanda de nulidad de un proyecto de
interés nacional estratégico», y resulta importante porque allí entran en
juego todos los poderes: político, jurídico, económico y social. El Consejo
también decretó que se realizarían pruebas, incluyendo la toma de testimonios,
que serán presentadas el próximo 11 de diciembre; fecha en la que las partes en
disputa recibiran los resultados, emitirán su concepto y finalmente, el alto
tribunal definirá lo que ocurra con El Quimbo.
«El Quimbo es una amenaza potencial para la vida»
El mismo 9 de
agosto, mientras se desarrollaba la audiencia en el Consejo de Estado, una
concentración se tomó la plaza principal de Garzón, Huila, para manifestarse
contra El Quimbo. Allí participaron el Movimiento Rios Vivos Colombia y otras
organizaciones ambientales. Para Dusan, el hecho fue relevante porque se mostró
toda la fuerza del movimiento que trabaja por impulsar la transición energética
de mano de las comunidades, y así superar la generación de energía mediante
hidroeléctricas.
Un día después,
el Diario del Huila publicó una entrevista con el geómetra italiano,
Alexander Arpino, que participó en la construcción del proyecto
durante cuatro años e hizo serias denuncias sobre el mismo. Arpino fue parte de
la obra entre 2010 y y 2014 trabajando para el consorcio Impregilo, que asu
vez, estaba a las órdenes de la interventoría realizada por INGETEC
(misma firma interventora de Hidroituango).
Según referencia
el geómetra para el Diario, «desde el principio de la obra esta es una represa
que nació mal, y cuando las cosas nacen mal, toda la vida serán mal. Nunca se
podrá dormir tranquilo”. Ello, porque la base del muro de contención, o talud,
se hizo sin los debidos requerimientos técnicos; adicionalmente, las
fallas en el estudio de suelos significó que la base del muro cediera
constantemente. Y mientras él advertía los problemas, dijo que INGETEC
se encargaba de minimizarlos mediante el cambio de los planos de
construcción, y brindando soluciones parciales que no respondían a las
necesidades técnicas reales.
A las denuncias
por irregularidades en la construcción misma del Proyecto, Arpino sumó
acusaciones por corrupción en las compras de materiales de la obra. Por todo lo
dicho por el geómetra, así como las denuncias ya presentadas por las
organizaciones sociales y ambientales sobre la hidroeléctrica, el
profesor Dusan concluyó que «El Quimbo es una amenaza potencial contra la
vida».
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