Desde el pasado
18 de agosto, comunidades de Fragita,
Zabaleta y Yurayaco en Caquetá se encuentran en una
jornada de protesta pacífica contra la petrolera Gran Tierra Energy, que
escoltada por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y el Ejército busca ingresar maquinaria pesada al
territorio, no solo reprimiendo a los campesinos que exigen la salida de las
multinacionales petroleras de la región sino, según líderes de la región
afectando las fuentes hídricas del territorio.
Rigoberto Abello, integrante de la
Coordinadora Departamental de Organizaciones Sociales, Ambientales y Campesinas
del Caquetá (Coordosac) explica que desde hace seis años, Gran Tierra Energy
ha tenido a su disposición la explotación de hidracarburos en Piamonte,
Cauca y ahora que buscan la ampliación del Pozo Miraflor 1 del Bloque Santana,
han movilizado maquinaria pesada sin la aprobación de las comunidades.
La vía que conduce de San José del Fragua a
Piamonte es un tramo que pese a ser una vía nacional no ha sido intervenida,
por lo que han sido las propias comunidades las que han construido y mantenido
una carretera que resiste un peso de 20 toneladas y por la que ahora 40 tractomulas y 10 volquetas con un promedio
de 36 toneladas buscan ingresar a la región.
ESMAD y
Ejército acompañan a la petrolera
Según relata Abello, el Ejército y el ESMAD
han acompañado y escoltado el paso de las maquinarias que actualmente están
detenidas por el accionar de las comunidades, frente a ello, la Fuerza Pública
ha ingresado a las veredas, atacando a sus habitantes con gases y repetidoras
dejando como resultado una persona herida y a algunas aturdidas por los gases.
Además del problema causado a las vías, la
militarización y la exclusión de las comunidades que han rechazado la
explotación petrolera en el lugar, también denuncian que mientras transitan,
los vehículos estarían derramando material y sustancias tóxicas, pasando
por cuerpos de agua, única fuente hídrica de las veredas aledañas que no
cuentan con acueducto, afectando
a cuatro núcleos comunales que reúnen a cerca de 40 o 30 veredas afectadas y un
estimado de 50 o 60 familias.
Negligencia por
parte de las Alcaldías
Abello denuncia que por parte de la
Alcaldía de San José del Fragua se han dado reuniones con esta empresa «haciendo acuerdos a espaldas de las comunidades«,
por lo que se ha optado por acudir al ESMAD y al Ejército afirmando que este
territorio ya está concesionado.
Mientras que desde la Alcaldía de Piamonte,
señala el integrante de Coordosac, opinan que el esfuerzo de las comunidades
por proteger las vías y el ambiente, «es oponerse al desarrollo de la región»,
una opinión que se ve respaldada por la Gobernación de Caquetá ya habría
pactado la consecución de más convenios petroleros en siete municipios del
departamento.
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