Se trata de João Paulo Araujo Gomes, párroco de la iglesia de Santa Ana
Gravatá en Brasil, quien todos los domingos invita a sus fieles a adoptar a los
perros callejeros que llegan al lugar.
El religioso se encarga de cuidar a los animales que llegan a su parroquia
e incluso, paga sus gastos médicos y alimenticios hasta que una familia les
brinda un nuevo hogar.
Fotografía e información suministrada