Luego de una inspección realizada a las instalaciones, se
encontraron varias afectaciones que dejó la protesta de las últimas horas en la
sede central. La Universidad rechazó este tipo de actos y la intimidación
contra los encargados de la seguridad del campus.
Grafitis, extintores robados, y algunos pupitres viejos
quemados, son el saldo que dejó la protesta de ayer en la Universidad
Surcolombiana. El reporte, es el resultado de un acta levantada, luego de la
inspección que se desarrolló este viernes en la mañana, y en la que estuvieron
presentes, el Vicerrector Administrativo de la Universidad; el Jefe de Control
Interno; personal de seguridad, y una comisión del Consejo Superior Estudiantil
de la institución.
Luego de un recorrido por las instalaciones de la sede
central, se pudo establecer el impacto y las consecuencias que dejó esta
manifestación, que inició como un plantón y terminó en enfrentamiento con las
autoridades.
De acuerdo a la inspección realizada, se estableció que los
estudiantes pintaron con grafitis, varias de las paredes del bloque de
administración, de pasillos de los salones, baños, parqueaderos y demás
espacios de la sede central, que el pasado mes de agosto habían sido
restauradas por la Administración. Así mismo, una camioneta que presta los
servicios diariamente a la granja experimental de la universidad, fue objeto de
grafitis por parte de encapuchados, según reporte de los vigilantes.
Rechazo
En ese sentido, las Directivas de la Casa de Estudios se
manifestaron en contra de estas acciones, pues afectan los bienes de la
institución y genera nuevos gastos en mantenimiento.
Así mismo rechazó la intimidación con bombas molotov caseras
con la que los encapuchados, ingresaron a la fuerza al campus y les quitaron
las llaves a los celadores. Incluso, en esta situación, fue saqueada una de las
garitas de vigilancia, llevándose de ella un extintor y un botiquín. De igual
forma, el gabinete del botiquín del bloque de Ingeniería, fue dañado, y se
llevaron también el extintor de allí.
Entre tanto, unos pupitres que se encontraban para dar de
baja y unos cartones almacenados para reciclaje, fueron quemados durante la
manifestación y el enfrentamiento que se realizó en inmediaciones del puente El
Tizón.