Por la disputa de un terreno, estos animales se quedarían sin
hogar el próximo fin de semana. Katherine Revelo pide ayuda para conseguir un
nuevo lote para llevarlos a vivir. En la manada hay veinte perros ancianos y
varios que reciben quimioterapia.
Los 71 perros rescatados de las calles que están
a punto de ser desalojados de su nuevo hogar Foto: Cortesía Katherine
Revelo
El hogar ‘El Campito de Kathy’ lleva 6 años siendo el refugio
de aquellos perros que por indiferencia o descuido terminaron deambulando en
las calles de la capital del Tolima.
En un terreno de cuarenta metros cuadrados, viven 71 caninos
que, por su vejez o discapacidad, fueron abandonados y que ahora están a merced
de la buena voluntad de Katherine Revelo y sus cinco colaboradores. Este
pequeño grupo de personas dedica su vida a buscar recursos económicos
para garantizar a sus amigos peludos tengan un día más de comida y tratamiento
médico, pero el reto de no contar con un terreno propio está a punto de
sobrepasarlos.
Hace dos semanas, el Juzgado Primero de Ibagué falló a favor del dueño de la finca donde
está el refugio y le exigió a Katherine entregar el inmueble en un plazo de 15
días. Esa fecha se cumplirá este puente festivo y ella no sabe cuál
será el destino de sus perros.
La mujer explica que sí está en mora en el pago del canon de
arrendamiento del lote, pero que a diferencia de lo que alega el dueño ella ha
venido poniéndose al día en la medida de sus posibilidades. Katherine dice que
hizo el último pago de 400 mil pesos el 14 de febrero de 2019. No obstante, la
cantidad de dinero que debe invertir a diario en el sostenimiento de los
peludos hace que cada vez sea más difícil cumplir con sus obligaciones.
Foto: Algunos perros duermen en sillones o muebles
viejos, pero la mayoría lo hace en platones de plástico que les permite un
lugar seco donde dormir en caso de que la lluvia inunde el albergue. Cortesía
de Katherine Revelo.
Los perros comen a diario 17 kilos
de concentrado (65 mil pesos) y eso que se alimentan solo una vez. Esa comida suele ser donada por
quienes se conmueven con la situación de abandono de ellos, pero a veces los
recursos son insuficientes y la mujer de 47 años debe acudir a rifas, eventos o
ventas de comida típica para no hacerlos pasar hambre.
Cuando esas ideas no subsanan los gastos, Katherine prepara
dos olladas de sopa con arroz y algunos pedazos de carne para que su familia
perruna no pase la tarde en blanco. A eso hay que sumarle que debe costear los
procedimientos quirúrgicos, las quimioterapias y las vacunas de los animales
que lo necesitan.
"No podemos decir que veníamos al día", dice. Pero
aclara que detrás del ultimátum del dueño de la finca hay otro embrollo
peor: la propiedad tiene múltiples
dueños y cada uno pelea por quedarse con el terreno que queda justo
en frente de la vía que de Ibagué conduce al Aeropuerto Perales, cerca de
la Clínica Medicadiz.
En febrero, llegaron los otros dueños del lote pidiendo la
devolución del inmueble al hombre que entabló el proceso judicial contra
Katherine, pues ellos afirmaban que desconocían que él había arrendado la
propiedad para la creación de refugio animal. Pero hay más, al parecer, según
información que averiguó el abogado de la mujer, los terrenos habían sido
donados por el Estado a esas personas en "compensación por DMG".
En medio de ese lío de tierras
peligra el futuro de perros como Rex, quien fue abandonado en una guardería por
sus antiguos amos cuando tenía sarna y en estado de desnutrición. O de Frida,
una perrita de orejas largas que dejaron botada en la carretera de la ciudad y
que casi muere de pena moral al darse cuenta de que su familia se había ido.
El refugio afronta otro problema, desde
hace dos años no tienen agua de forma continua. En algunos ocasiones, el hombre que
hizo el contrato de arrendamiento cortó el servicio de agua para presionar el
desalojo del lugar porque pretende venderlo para la construcción de la zona
urbana de la ciudad.
Katherine cuenta que ha contado con la colaboración de un
funcionario de la Alcaldía de Ibagué cuando se quedan sin el líquido. “Santiago
Guerrero le pide la colaboración a los Bomberos y ellos nos llenan
semanalmente el tanque de agua. Con el agua lluvia hacemos aseo”, dice.
En este video, Katherine da a conocer su labor. Cabe decir
que desde que se grabó este contenido la cifra de perritos aumentó.