Familiares
de la víctima sostienen que padres del agresor fueron complacientes con el
salvaje ataque.
Familiares
de Erika Patricia De la Hoz Berdugo denunciaron la brutal paliza de que fue
víctima la mujer por parte de su exmarido Jeisson De la Hoz Rincón, en hechos
registrados en la madrugada de este domingo en el barrio Villa Estadio de
Soledad.
Según
los familiares, la pareja se encuentra separada desde hace aproximadamente seis
meses.
Sin
embargo, en horas de la madrugada Jeisson llevó a su casa a Erika después de
haber estado departiendo.
Al
llegar a su vivienda, Erika se percató que había olvidado su celular, por lo
que de inmediato se dirigió a la casa de Jeisson para recuperarlo, en compañía
de su hijo mayor.
Fue
allí cuando comenzó una discusión entre ellos y que generó la brutal golpiza a
la mujer.
Sostienen
los familiares que el exmarido arremetió violentamente contra Erika, causándole
fuertes golpes en la cabeza y trompadas en la cara que le causaron una herida
en el tabique y hematomas en diversas partes del cuerpo.
“Lo
peor de todo es que los padres de Jeisson se mostraron complacientes con lo que
estaba haciéndole a Erika e, incluso, hasta llegaron a insultarla mientras la golpeaba
cada más fuerte, como si tuviera el demonio encima”, manifestaron.
Más
grave aún que todo el episodio ocurrió en presencia de su hijo mayor, “quien
como pudo se soltó de su abuela (paterna) y evitó que Jeisson la golpeara con
un candado. Y así salió de la casa y comenzó a gritar que el papá estaba
matando a su mamá”.
Ante
ello, los familiares de Erika acudieron al lugar y la encontraron inconsciente
en el piso de la casa de sus exsuegros, manando mucha sangre.
Solo
la intervención de un hermano de Jeisson evitó que este la siguiera golpeando,
“porque sus padres nunca hicieron nada para impedir la golpiza”.
“Él
no tiene necesidad de mortificarla porque tiene otra pareja”, aseguran los
familiares de Erika.
La
mujer fue auxiliada y llevada a un centro asistencial cercano y luego
trasladada a la Clínica La Merced.
Registra
serias lesiones en su cuerpo, por lo cual se disponen a ejercer las acciones
judiciales del caso en contra del agresor.
“Esto
ha generado conmoción en el barrio. Estamos atónitos con lo ocurrido. Lo grave
es que la justicia no hace nada y el agresor se pasea frente a la casa como si
nada hubiese pasado”, dijo, por su parte, una amiga de la víctima de esta grave
agresión.
“Esto
no puede quedar en la impunidad y sobre él tiene que caer todo el peso de la
Ley”, puntualizó.