Cuando la marcha estuvo cerca del palacio presidencial, fue recibida con
represión por parte de la guardia presidencial. En los hechos, los militares
asesinaron al estudiante de derecho Gonzalo Bravo Pérez quien fue alcanzado por
una bala.
El 8 de junio,
los estudiantes salieron a las calles repudiando la muerte del joven Bravo
Pérez. Este hecho siguió propiciando conmemoraciones en las universidades
colombianas.
El 8 de junio
de 1954, en la dictadura de Rojas Pinilla, los estudiantes conmemoraron lo
sucedido en 1929. En plena movilización, hubo enfrentamientos entre los
estudiantes y la Policía. Tras regresar a la Universidad Nacional, la Fuerza
Pública disparó a la multitud. En los hechos fue asesinado el estudiante Uriel
Gutiérrez.
Ese mismo día,
miles de estudiantes marcharon conmovidos por el asesinato de su compañero.
Salieron a las calles repudiando los hechos y durante el recorrido por la calle
séptima en Bogotá, fueron atacados por el batallón Colombia que abrió fuego
contra ellos. Como resultado de la acción militar, fueron asesinados 11
personas y 50 más resultaron heridas.
El 8 de junio
de 1973, durante la conmemoración del estudiante caído, las autoridades
asesinaron a Luis Fernando Barrientos, en la Universidad de
Antioquia. Debido a estos hechos, los estudiantes colombianos decidieron
declarar el 8 y 9 de junio como el día del estudiante caído.
El movimiento
estudiantil colombiano ha estado presente en cada una de las luchas sociales,
apoyando y aportando a las causas de las mayorías. Esta fecha mantiene viva la
memoria del estudiantado que ha dado su vida en la defensa y construcción de
una educación digna.
Tomado de Colombia Informa