El 16 de marzo aparecieron flotando en las aguas amazónicas
del río Teles Pires, que recorre el estado brasileño de Mato Grosso, seis
toneladas de peces muertos y ninguna institución se ocupó de retirar los
cadáveres de los animales que comenzaban a descomponerse bajo el sol.
El río Teles Pires juega un papel clave en el sistema fluvial
amazónico, No obstante, está perdiendo su forma vital original y se está
transformando en un gran lago. A día de hoy es el río con mayor número de
grandes emprendimientos hidroeléctricos consecutivos.
Varias comunidades indígenas sufren los efectos de las aguas
muertas, dependen del río para cocinar, beber, lavar e incluso para realizar
los rituales que mantienen viva su cosmología.
“Lo más horrible es ver cómo están contaminando el río y no
poder hacer nada”, declara Kurap integrante de una comunidad indígena de la zona. Existen canteros ilegales de extracción
mineral ilegal identificados en varios puntos del curso del Teles Pires,
principalmente en las inmediaciones de la tierra indígena kayabi. El agua
turbia circula cargada con los residuos de mercurio y otros productos químicos
utilizados en la extracción de oro que atrae a buscadores clandestinos desde la
década de los setenta.
“Las comunidades ribereñas están expuestas al mercurio
debido a que su dieta se compone de pescado”, relata el estudio de la
institución de Salud Pública Sergio Arouca, publicado en la revista científica
Ciencia y Salud colectiva.
Tras la investigación publicada en 2018, los
expertos constataron que el mercurio se encontraba inclusive en los cabellos de
varias poblaciones rurales e indígenas que viven en las proximidades del río.
Tomado de El
País.